VOCES DEL DIRECTOR
Desde Filomeno Mata 8
Cuando se habla de México como una República de cínicos cuesta realmente trabajo decir lo contrario.
El Banco de México realiza periódicamente una encuesta entre agentes económicos tanto domésticos como extranjeros para pulsar el humor empresarial respecto de las acciones de gobierno como de otros factores que inciden en las decisiones de inversión futura.
Según los desagregados de esa consulta para diciembre, el factor impunidad solo tiene un peso de 2 por ciento en el tamaño de la incertidumbre económica; la corrupción alcanza apenas 11 por ciento y la falta de estado de Derecho un rango similar.
Para decirlo de acuerdo con el Índice Global de Impunidad, presentado en 2018 por la Universidad de las Américas, México es líder continental en esa asignatura y cuarto en escala mundial.
Con datos de 2016: Un millón 532 mil delitos denunciados; sólo 11 por ciento llegó a una instancia judicial de la que se obtuvieron únicamente 4 por ciento sentencias, no siempre condenatorias. (¿Ese es un buen lubricante de la confianza de los hombres de negocios?)
En el sexenio pasado, en el Índice de Percepción de la Corrupción que elabora Transparencia Internacional, México cayó más de 30 puntos, manteniéndose muy por debajo de la media mundial en el combate a esa peste. Para 2017, el costo anual de la corrupción monta un billón de pesos.
Corrupción e impunidad conspiran contra el Estado de Derecho, pero, según la encuesta del Banco de México, no se les relaciona sino muy relativamente con el clima de incertidumbre que al menos desde 2015 le pega en la línea de flotación a la economía mexicana.
Los técnicos, ¿libres de prejuicios políticos e ideológicos?
Otros actores, siempre de acuerdo con la misma fuente, consideran que la economía estará peor en 2019 que en 2018 y disparan el porcentaje de aquellos que consideran el año próximo mal momento para invertir. Estos indicadores pretenden cuestionar las políticas asumidas por el nuevo gobierno.
Al fin rector de la política monetaria, la Junta de Gobierno de la banca central tendría autoridad científica para acreditar sus pronósticos. Lo que habría que saber es si sus analistas están libres de prejuicios políticos e ideológicos.
Punto que hay que tener en mente de cara, por ejemplo, al reporte semanal del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Consejo Coordinador Empresarial) que, en la primera reacción a la presentación del paquete de Criterios Económicos para 2019, lo pondera, si bien con acotaciones, como responsable y realista y, a su juicio, genera buenas señales a los inversionistas.
Con independencia del tipo de cambio peso-dólar, de las cotizaciones de la mezcla mexicana de crudo, del indicador de inflación, de la balanza de pagos en el sector externo, ¿de veras la economía mexicana cruza ilesa por los pantanos de la corrupción y de la impunidad? La encuesta que comentamos incita al sospechocismo. Contra la suspicacia popular no hay defensa.