- Perseguido, tras publicar la fraudulenta venta de Aeroméxico
Amigos después de más de diez años y gracias a nuestra perseverancia, por mostrar nuestra verdad y la razón, y a nuestra convicción de ir con base al camino legal y siempre con la honestidad en la mano, puedo decir que hemos avanzado tremendamente en contra de las mafias con las cuales nos enfrentamos en este tiempo.
1.- Sabemos que la madre de mi mujer, es una persona que ha intentado mantener el secreto, solo con el objetivo de no mostar las cuentas que debiera dar, pues dispuso a su antojo de un patrimonio que no le correspondía.
2.- Ya las autoridades correspondientes, saben que muchas personas importantes que se suponía estaban muertas, no es así. Por lo que puedo suponer que es una práctica más común de lo que se pudiera uno imaginar entre las clases de los poderosos.
3.- Existen secretos que es obvio, se guardan bajo siete llaves, porque si esto se ventilara, el mundo sería otro de verdad. Vivimos engañados por las élites que mueven las economías. Somos un rebaño de borregos que pagamos con nuestro dinero los actos de corrupción en que solemos caer. Dominan nuestra propia voluntad por la necesidad de saber que vamos en el camino correcto, pues no somos capaces de adoptar nuestra total responsabilidad histórica. TENEMOS MIEDO DE TOMAR EL DESTINO CON NUESTRAS MANOS.
En fin, tal vez mi mujer y yo, no podamos ver el fin de esto, pues nos han golpeado mucho en el aspecto anímico, físico y psicológico. Pero si les puedo asegurar, que no son seres extraterrestres ni mucho menos. Son los mismos de siempre que se aprovechan de nuestra ignorancia, para tener esa autoridad que les permitimos.
Den vuelo a la investigación, observen y exhiban los resultados que se obtengan con las diversas fuentes a las cuales por lo general no se les toma en cuenta. Pensemos que ellos basan su poder en la poca discrepancia por nuestra parte.
Hago un llamado urgente, pues necesitamos sobrevivir en esta injusticia en donde varios gobiernos están intentando robar el esfuerzo de nuestro trabajo. Nos tienen incomunicados y evitan, que lleguen los pagos que tenemos a favor, a nuestras manos. Corremos peligro, sin duda, por lo mismo pido su colaboración. Necesitamos sufragar los gastos diarios y que difundan este mensaje a los más que puedan, porque esa será la herramienta más efectiva.
Dios quiera y este llamado tenga eco y me crean que hemos afectado al nivel más alto de los estafadores mundiales. Chile, Brasil y México en vez de unirse en contra de ellos, tienen temor (por decir lo menos). Tal vez los intereses económicos sean más importantes.
Estoy a sus ordenes en este correo y al teléfono 55 71 9 82904213 (de Brasil), para cualquier pregunta.
Gracias por su atención.
Francisco Alberto Servín de Alba