Claudia Rodríguez
Ya se ha dejado de manifiesto en este espacio, que el presidente Andrés Manuel López Obrador trae un ritmo muy agitado de trabajo que en el terreno de la realidad, da lugar a algunos nuevos escenarios en la vida de la sociedad mexicana.
Sus primeros 60 días al frente del Poder Ejecutivo, revelan a un López Obrador incansable –como claramente se mostró en su etapa de presidente electo. Ahora con ritmos de trabajo agotadores y de madrugada, que ponen al círculo de los medios, en la búsqueda de la noticia a muy temprana hora, pero que desafortunadamente incide en un vacío informativo casi de 24 horas, porque Andrés Manuel es el centro desde donde se producen las noticias del día.
Su afanosa tarea de combatir al huachicol, abrió de frente y con vista plena de la opinión pública, a la cloaca de dimensiones paralelas a Petróleos Mexicanos (Pemex), de la que hoy se explica en mucho, su real desmantelamiento porque se sirvieron del petróleo y sus derivados, más que huchicomenudistas, verdaderos personajes de la vida pública del país, entre ellos, hasta ex presidentes.
Este ataque frontal en contra de quienes roban y venden esos hidrocarburos, no descarta la respuesta agudizada para mantener un negocio de millonarias ganancias.
A más, también López Obrador ha ido por quienes despilfarran los recursos nacionales de manera suntuaria, pero también aquellos que siguen robando al fisco a grandes cantidades y hasta modestas.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con sus demandas para que se cumplan sus contratos colectivos y hasta los bloqueos a las vías de comunicación, así como las huelgas de maquiladoras en el norte del país; muestran también, que el trabajo del mandatario federal, no será nada terso, y sí deberá ser quirúrgico.
La crisis interna y externa que se vive en Venezuela; y la posición del Gobierno mexicano en consecuencia de lo que marca la fracción X, del artículo 89 de nuestra constitución, respecto a la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias; es también un frente de la agenda presidencial, más que complicado, pero que igual mantiene en incesante actividad al mismo presidente de México.
López Obrador no ha dejado de viajar en su jeta blanco, ni en aerolíneas comerciales, incluso hasta transportó en su modesto vehículo a Pedro Sánchez, presidente de España en su reciente visita a México; a quien dio Andrés Manuel, una cátedra sobre el significado de la frase juarista “entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Y entre tanta actividad y frentes abiertos, el mandatario federal recién estrenado en sus funciones –aunque no lo parezca—sigue con un alto grado de aceptación entre sus gobernados, con dos meses en su encargo oficial.
Acta Divina… “Fracasaría si no logro un cambio en México”: Andrés Manuel López Obrador.
Para advertir… Los mexicanos necesitamos que el cambio sea en positivo, sí o sí.
actapublica@gmail.com