* ¿Cuál será la narrativa de la 4T?, ¿la épica o el desengaño? Tlahuelilpan no debe ser el punto cero; puede regresarse a la reforma de Estado y la IV República. Por el momento todo es fantapolítica
Gregorio Ortega Molina
Desconozco si fue Jorge Hernández Campos quien acuñó el término de fantapolítica, pero sí sé que fue al primero a quien se lo leí en un texto para el unomásuno. En términos estrictos, la narrativa sexenal es una fantasía política, adversa la más de las veces, positiva escasamente.
Poco importa que el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz fuese el último del milagro mexicano, o que durante su gobierno México celebrara los juegos olímpicos y una copa mundial de fútbol. Todo quedó reducido al dos de octubre.
Luis Echeverría Álvarez es recordado por el 10 de junio, La guerra en el paraíso, como la escribió y calificó Carlos Montemayor, y su devaluación; José López Portillo por la promesa fallida de la administración de la abundancia, la oferta de acuñar otra vez los pesos fuertes y una reforma política que contribuyó a transformar la vida civil y social en la nación, gracias a la amnistía, cuando los presos políticos fueron reales. Todo borrado por la estatización bancaria.
A Miguel de la Madrid Hurtado las circunstancias económicas en que recibió el gobierno, lo dejaron sin espacio, pero no perdió un milímetro de territorio ni cedió a las presiones de Estados Unidos. Sin embargo, el sello de su sexenio es la ausencia -supuesta o real- al lado de las víctimas del 19 de septiembre de 1985, lo que permitió conocer la capacidad de organización y solidaridad entre los mexicanos.
Carlos Salinas de Gortari regresó el valor de nuestra dignidad y economía al equivalente de tres pesos por dólar, pero el sello de su paso por el poder será el de los crímenes políticos y el del fortalecimiento del narcotráfico; Ernesto Zedillo asumió el poder para cometer el error de diciembre, cuyas consecuencias todavía pagamos, y nadie quiere recordar que el PIB de esta nación creció durante su gestión a niveles hoy soñados y jamás alcanzados.
¿Quedó claro el costo político de la presencia de un enmascarado en el Congreso de la Unión, que de todas formas no logró destrabar los Acuerdos de San Andrés? El gobierno de Vicente Fox se reduce a la pareja presidencial y al “¿Yo, por qué?, soltado en la oficina de prensa de presidencia.
El cruento gobierno de Felipe Calderón Hinojosa inicia la pérdida de territorios de la república por sus derrotas en la guerra al narco. La suma de fracasos en todos los ámbitos es incalificable: secuestro, desaparecidos, trata, extorsión, violencia imparable.
El de EPN quedó reducido a Ayotzinapa y a la Casa Blanca. Si el AICM llegara a concluirse, nadie recordará que él lo inició, a menos de que AMLO se empeñe en cederle parte de su espacio histórico. Tanto quiere destruirlo que lo engrandece.
¿Cuál será la narrativa política de la 4T?, ¿la épica o el desengaño? Tlahuelilpan no debe ser el punto cero; puede regresarse a la reforma de Estado y la IV República. Por el momento todo es fantapolítica.
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@OrtegaGregorio