La llegada de Germán Martínez a una de las más importantes instituciones de salud del país no ha sido nada fácil. Primero, tuvo que librar una batalla interna para poder colocar al equipo que lo acompañará en su nueva gran responsabilidad. Él sabe que junto a este equipo deberá prepararse para enfrentar la rampante corrupción que le heredaron sus antecesores, muy en especial en el área médica comandada en su momento por José de Jesús Arriaga, funcionario muy ligado a la empresa Falcón.
Lo que está por venir, será enfrentar a uno de los Grupos más perversos y poderosos que otorgan servicios integrales en el Sector Salud, a los dueños del servicio de Laboratorio Clínico y de Banco de Sangre, comandado por las empresas Falcón, Centrum, Impromed, Hemoser y Dicipa, también llamado El Cartel de los Integradores o Huachicoleros de la salud que, amparados por la lentitud, ineficiencia o indiferencia de la COFECE, se preparan para repartirse un pastel de más de 12 mil millones de pesos, ahora que el IMSS licite el nuevo contrato por tres años de estos servicios integrales.
Vea usted los antecedentes: El 7 de marzo de 2016, el entonces director general de la empresa Selecciones Médicas, José María Gutiérrez, dio a conocer unos audios a través de la plataforma YouTube https://www.youtube.com/watch?v=IuwP77P-AKs, de cómo se coludían estas cinco empresas para dejar fuera a toda la competencia y cotizar con precios no convenientes para la institución.
Lo increíble es que a casi tres años de que se enteraron las diversas autoridades Federales y a la COFECE, sea fecha que estas empresas sigan sin ser investigadas y sancionadas.
Durante este ¨tiempo muerto¨ varias cosas cambiaron para bien de estas empresas, José María Gutiérrez quien originalmente evidenció la operación de este Cartel, ahora es Socio de la empresa Falcón.
Situación indignante la del ex funcionario Agustín Amaya Chávez, que ocupó el cargo en el IMSS de Coordinador de Adquisiciones y Contratación de Servicios y quien en su momento adjudicó más de 9 mil millones de pesos a estas empresas, por lo que fue recompensado como flamante director general de la empresa Falcón. ¿Cómo se le llama a esto? Conflicto de intereses, coyotaje, corrupción. Póngale el calificativo que crea. O los tres.
El entonces director médico del IMSS, José de Jesús Arriaga, contrató a Juan Francisco Irizar como su asistente a través del esquema de honorarios, quien dejó la gerencia de la empresa Falcón para incorporarse como funcionario y representante de Arriaga en sus negocios.
¿Serán un asunto ilegal o inmoral?
Es gracias a la impunidad, que esta evidente y burda estrategia de Falcón y los corruptos funcionarios no haya sido investigada y evidenciada oportunamente, seguramente el reparto de utilidades iba en todas direcciones.
Otro ejemplo de estos Huachicoleros de la Salud, se presentó en el ISSSTE, donde la administración saliente llevó a cabo una terminación anticipada del Contrato multianual que tenían con estas mismas empresas, para otorgarles una asignación directa por dos años, sin haber llevado a cabo ninguna licitación pública, omisión que solo benefició a estas empresas y para varios funcionarios.
Esta situación ya es del conocimiento tanto del nuevo director general Luis Antonio Ramírez Pineda y del Dr. Pedro Zenteno actual director de Administración, quienes investigarán esta grave desviación para llegar hasta sus últimas consecuencias, ya que, por fortuna, ni ellos ni sus equipos están involucrados.
Los tiempos de Perdón y Olvido han terminado, con la llegada del primer Fiscal General de la República, el abogado Alejandro Gertz Manero, se asegura que cualquier acto de corrupción será investigado. No deberá haber impunidad ni con empresarios, ni con los funcionarios.
La Secretaría de la Función Pública y los respectivos Órganos Internos de Control no deberán ser más la tapadera de los funcionarios. Por fin habrá limpia al interior de estas instituciones que en su conjunto atienden a más de 88 millones de derechohabientes.
El Gobierno saliente nos sumió en el nivel corrupción más grande de que se tenga memoria. Ahí están los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2018, elaborado por Transparencia Internacional, al finalizar el sexenio de Peña Nieto, México llegó del lugar 105 al 138 de 180 países evaluados, además ocupa el último lugar entre los miembros de la OCDE.
Como sociedad no debemos pensar que la corrupción es parte de la cultura del mexicano, es muy diferente que forme parte del ADN de muchos integrantes de los diversos partidos políticos que por desgracia tenemos, incluidos los que pretenden formar los Calderón y el tal Quadri. Es momento de parar a estos dos jinetes del Apocalipsis llamados Corrupción e Impunidad.
¿No cree usted?