Claudia Rodríguez
No son pocos quienes tienen la esperanza en que la actuación de Yalitza Aparicio sea galardonada la noche de mañana, durante la edición 91ª de los Premios Oscar, que se celebrarán este domingo 24 de febrero en el Dolby Theatre de Los Ángeles.
Roma la película de Alfonso Cuarón, logró 10 nominaciones al Oscar , luego de sortear muchos obstáculos por haber sido proyectada en las plataforma de streaming y ser una producción de Netflix, lo que originó un debate al interior de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMAC), para que fuera o no, el filme a participar en los premios de la Academia. Ya se conoce por la situación a la vista, el resultado final a esta oposición desde el interior del país — que ahora también tiene una fuerte carga contra Aparicio.
Pero la cinta de Cuarón tiene tintes de agenda social y política muy importante que ahora ya rebasa fronteras, y Aparicio le da un componente de fuerza.
En primerísimo lugar, sin conocer la intención ni lo que quería contar en esa cinta el cineasta mexicano, Roma deja ver, cuál el papel y la vida y el trabajo de quienes nos asisten en labores domésticas en nuestro hogar. En México, las condiciones de las y los trabajadores en casa o hasta en una oficina, son de carga considerable y de responsabilidad importante, por lo que reciben en general, salarios paupérrimos y si acaso prestaciones temporales. Además de que el trato hacia ellas, no siempre es digno ni respetuoso. Y aunque en México ya existe el primer Sindicato de Trabajadoras del Hogar, es un universo menor de trabajadoras en ese rubro, el que está protegido por el mismo.
Así que Roma, reivindica el importantísimo rol que tiene una trabajadora doméstica, sobre todo en una familia en donde uno de los progenitores está ausente –sea cual sea la causa.
La agenda política a la que también nos inserta Roma, es a la de la discriminación que en México se practica casi como deporte nacional, ya sea por nuestro origen, nuestra condición económica, nuestra escolaridad, nuestra manera de expresarnos, pero sobre todo, por nuestro color de piel y forma de vestir. Y así Yalitza la protagonista de la cinta, ha sido atacada por su físico y su origen, más que por su actuación.
Pero el punto de la agenda política internacional que no puede pasar desapercibido, es que hay una mexicana, oaxaqueña y que no habla inglés; que puede ser premiada en Estados Unidos. La nominación ya es ganancia, el obtener la estatuilla a la mejor actriz en esta edición, puede ser una bandera no sólo de orgullo nacional, sino de muestra de lo que los mexicanos pueden lograr con una oportunidad digna de trabajo.
Ojalá que muchos entendieran que Roma va más allá de contar la vida de una familia que es justo la del productor en su niñez.
Acta Divina… Algunos datos sobre las trabajadoras del hogar en México: 8 de cada 10 no están afiliadas al seguro social, 8 de cada 10 no tienen pensión de retiro, 7 de cada 10 son de ascendencia indígena, 7 de cada 10 no tienen ninguna prestación formal, el 75% ganan menos de dos salarios mínimos; el 30% ganan menos de uno y 9 de cada 10 no tienes contrato por escrito. Fuente: CONAPRED
Para advertir… No nos vayamos por la tangente, Roma y Yalitzia representan lo que nos arrebata, que hemos perdido y al empoderado inhumano.
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