Lilia Arellano
“Dios no cumple antojos ni endereza jorobados”: Anónimo popular
• Féminas perturbadoras
• En SEGOB y la STPS se imponen frenos a la 4a
• Intereses mezquinos detrás del daño a la UAEH
Ciudad de México, 11 de marzo 2019.- En política, lo que parece, es y, ante la perspectiva de crear un nuevo modelo de sindicalismo en México, la necesidad de crear una gran central obrera que desplace al inútil Congreso del Trabajo y a la corrupta CTM ha tocado fondo ante la juventud, inexperiencia y, para los directamente involucrados, “ineficiencia de la titular de la STPS, la hija de Arturo Alcalde Justiniani, el viejo litigante laboral que a base de trabajar durante décadas para algunos caciques sindicales ha hecho prevalecer los intereses de éstos en la sede de las oficinas públicas que deberían servir para conciliar y desahogar problemas obrero patronales”.
La influencia de Arturo Alcalde Justiniani sobre su hija de escasos treinta y un años es notoria y perjudicial. Simplemente está logrando que la caldera reviente y está obstaculizando un proyecto noble como lo es la reforma laboral que ha propuesto Andrés Manuel López Obrador para los trabajadores mexicanos, no para los clientes del despacho de Alcalde Justiniani. Algo veremos, pues algo debe hacerse urgentemente para cuidar los objetivos laborales del Presidente de México, pues hasta ahora están naufragando en las oficinas superiores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Los ejemplos de estas maniobras retardatorias y perjudiciales para el país sobran: la manipulación extraoficial del conflicto en las maquiladoras del norte del país; la excesiva tolerancia hacia los gremios outsourcing cetemistas, que sepulta la contratación colectiva y los elementales derechos de sindicación es demasiado ofensiva para un gobierno que se precia de democrático; la protección de los intereses de Romero Deschamps y de Cuauhtémoc Cárdenas en el lastimado sindicato petrolero; los bazukazos que de ahí han derivado para el director de Pemex y la secretaria de Energía, son demasiado evidentes.
Luisa María Alcalde se está convirtiendo en un dolor de cabeza para el nuevo régimen, pues su actitud en defensa de los clientes de su papá ha logrado alebrestar a los caciques sindicales del Suterm y la política entera de la Comisión Federal de Electricidad. Manuel Bartlett se ha visto como un niño de teta, desvalido e inerme ante el poder patronal de los Alcalde Luján.
Alguna alma caritativa debería hacerle ver al Presidente hasta dónde está llegando la reversa en la Secretaría del Trabajo. Porque si no es así, cuando éste se de cuenta de lo que está pasando, va a ser demasiado tarde para detener el cese fulminante de todas las autoridades de esa dependencia que debería ser pública y no al servicio de los intereses más negros del charrismo sindical. Los Alcalde y su jefe Arturo ya están rebasando por la derecha al neoliberalismo del salinismo-atracomulquismo. No puede ser y no debe ser que los enemigos estén en casa.
Parece que los despachos particulares están desplazando todas las buenas intenciones. Lo mismo pasa en el despacho de notarios administrado por Eduardo García Villegas, el esposo de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, que está absorbiendo todos los trámites notariales que requiere la iniciativa privada. Ya los colegios de notarios se han quejado por diferentes vías para tratar de poner remedio y para que les caiga algo de chamba, pues el pulpo notarial creado por Jorge Sánchez Cordero, el papá de Olguita, está imparable. Todos los asuntos van a dar al despacho del consorte de la titular de SEGOB allá por el Pedregal de San Ángel, donde ocupan una lujosa mansión.
Desgraciadamente, estas actitudes caciquiles se están filtrando entre los mejores cuadros de la famosa Cuarta Transformación, y no debe permitirse que otro episodio como lo fue el silencio en las corruptelas de los ministros de la Corte, protegido por la involucrada Olga, se repita. Estuvo a punto de causar un conflicto constitucional de poderes. El Ejecutivo reculó por los intereses de Olga, quien no tuvo la autoridad moral de señalar a sus ex compañeros de la Judicatura, simplemente porque el recuerdo la traicionó.
¿Cuál es el objetivo de protegerlas? ¿Alguien sabe qué le debe López Obrador a las dos secretarias que antes de tomar posesión no sabían ni dónde quedaban sus oficinas? ¿Por qué se ha retardado tanto un manotazo que urge más que el agua de mayo? ¿De a cómo son los billetazos que hacen naufragar la reforma laboral y la lucha contra la corrupción del Presidente? ¿Dejará el tabasqueño que la gente murmure de su integridad administrativa?
Son las preguntas que todo mundo se hace en los comederos, son las dudas que amenazan con paralizar las acciones que se han decidido desde Palacio Nacional. La permanencia en las secretarías de estas dos damas deja mucho que desear y abriga todo tipo de suspicacias, desde menores hasta mayores. López Obrador no tiene necesidad alguna de estar atrapado en las redes de intereses de Alcalde y Sánchez Cordero.
Los intereses superiores de la Nación están muy por encima de dos litigantes huizacheros que les están haciendo naufragar. Pretenden repetir episodios del infame peñanietismo y de su asesor jurídico, Humberto Castillejos Cervantes, quien metió la mano en todas las instancias judiciales del país para recomendar a sus parentelas.
Parece que todavía es tiempo de poner orden, para no volver a vivir esas vergüenzas del proyecto neoliberal. Porque los atracos de la famosa inteligencia financiera contra la exitosa Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, también fueron promovidos por priístas neoliberales como Omar Fayad y el grupo fracasado de pachuquitas liderados por los ex gobernadores Miguen Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam.
¿O también se pasarán por alto las concesiones del compadrito Osorio Chong a Martín Esparza para llenar de termoeléctricas con permisos a 90 años el Valle de México? Todo parece indicar que así se pretende. Atracos a la orden del día enfrente de un Presidente de buena fé, engañado hasta ahora por tinterillos que colman la Fiscalía General de la República (FGR) y las oficinas más sensibles del gobierno federal en términos populares.
DE LOS PASILLOS
El recorte de 69 por ciento al Ramo 23 de Provisiones Salariales y Económicas, conocido popularmente como “fondo de moches”, golpeará a los estados, advierten expertos. Los gobiernos locales se verán obligados a sacrificar inversión, recortar gasto o endeudarse. Las entidades ya estaban acostumbradas a recibir estos recursos, por lo que la reducción tendrá un impacto en sus finanzas. Los recursos extra eran utilizados generalmente para funciones de saneamiento financiero en el pago de nóminas o gastos no previstos. Estados como Coahuila, Chihuahua o Quintana Roo con un grado alto de endeudamiento, podrían verse más presionados y con mayores afectaciones en su situación financiera…
El gobierno federal licitará la concesión de 50 mil kilómetros de fibra óptica. El presidente Andrés Manuel López Obrador informó este proyecto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) servirá para comunicar por internet a todos los municipios y pueblos más apartados y marginados del país. “La contraprestación que pediremos a la empresa nacional o internacional que gane este concurso es la de proporcionar internet gratuito en plazas, escuelas, centros de salud y otros sitios públicos”, indicó el tabasqueño. La obra implicará una inversión de 30 mil millones de pesos y será de la mayor importancia para la comunicación y el desarrollo equitativo del México del futuro.
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