Claudia Rodríguez
Apenas 21 días después de iniciado el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y con la visible presencia del canciller Marcelo Ebrard Casaubón en la misma agenda política del mandatario federal mexicano, se hacían señalamientos de que México no sería de ninguna suerte por decisión unilateral del Gobierno estadounidense, el Tercer Estado Seguro para los migrantes que ingresaban a los Estados Unidos para pedir asilo.
Ebrard Casaubón, señalaba enérgicamente que se requería de un acuerdo bilateral para hacer del territorio de la frontera mexicana, la sala de espera de los migrantes con aspiraciones de entrar con permiso de nuestro vecino del norte de manera legal y hasta se advertía de la solicitud de detalles al Gobierno de Donald Trump.
El caso es que más allá de las acciones y efectos de la diplomacia nacional, los mexicanos residentes cercanos a la frontera, están viviendo desde hace años, una invasión que muchos creen temporal de migrantes de distintos puntos del país y de otras naciones incluso de fuera del continente, en donde la política unilateral estadounidense, viene causando estragos para residentes y la propia población flotante.
En el tema de la migración con los vecinos del norte, también vendría bien un poco de defensa a la soberanía de nuestro país y a las leyes mexicanas, pero poco puede ser, cuando se recibe fuera del protocolo institucional, nada más y nada menos al asesor y yerno de Trump, Jared Kushner y se reporta que se trataron temas de política bilateral, entre los que se puntualiza el éxodo hacia el norte.
Kushner, Ebrard, el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, John Creamer, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y Bernardo Gómez vicepresidente ejecutivo de Grupo Televisa; reunidos en la casa de este último, no deberían tratar temas de la agenda internacional con los Estados Unidos, porque más que quitarle la legalidad y las formas institucionales, le agrega una gran dosis de intereses individuales.
No basta con transparentar el dónde, quiénes y qué temas se trataron en la reunión con el asesor del Gobierno norteamericano, y sólo decir que todos son amigos. En la política no hay amistad, eso sí, sobran compadrazgos de puritito interés.
Mal la diplomacia mexicana, al puro estilo neoliberal.
Acta Divina… “Hubo esta reunión en buenos términos porque estamos llegando a acuerdos de una posible firma de un compromiso de entendimiento para que se generen empleos y haya impulso económico no solo de México sino de Centroamérica”, apuntó el presidente López Obrador de la reunión en México con Jared Kushner.
Para advertir… ¿Y los términos y canales institucionales y de transparencia?
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