POR GUILLERMO C. ZETINA
El presidente de México pasa un proceso acelerado de ofuscación. Ya no halla con quién pelear: ahora se ceba contra los periodistas críticos. Antes peleó contra todo mundo, contra el primero que quiso, abusando del poder presidencial. Ataca, injuria, humilla, señala. Hace lo que le viene en gana. No actúa como presidente. Actúa como carcelero, como saca-borrachos de cantina, como un rijoso cualquiera. Desde aquí le digo, como periodista con 40 años de trabajo: ni soy periodista “prudente”, ni soy periodista “ridículo”, ni me siento rebelde sin causa ni soy periodista fifí. No te lo acepto. Y te hablo de tú porque no has dado trato de respeto a los demás. El imprudente, el ridículo, el rebelde sin causa eres tú.
Amenazas con que ya sabes qué “nos pasará” si hacemos preguntas incómodas. Ya sabemos cómo le fue a Jorge Ramos por osar preguntarte temas de interés nacional. Las redes sociales a tu disposición lo masacraron a placer y todo por darte gusto a ti. Lo que hizo Ramos fue prudente: consultarte tus propias cifras de asesinados en México. TUS PROPIAS CIFRAS. Como te hiciste pelotas y habías previsto que la cifra era inferior, eso fue suficiente para que trataras de exhibir en cadena nacional a un periodista serio, brillante, orgullo mexicano en Estados Unidos. Lo subiste a tu estrado; lo maltrataste, quisiste que se desdijera. Pero como un profesional y con la verdad OFICIAL en las manos, se sostuvo y te hizo pasar el ridículo (tú sí) de tu vida.
Lo que creo, y te lo digo por mi edad y mis años de brega, es que no tienes idea de lo que es la libertad de expresión. A pesar de que siempre, desde que incendiabas pozos, la usaste a tu conveniencia. Crees que la prensa es un adorno de la democracia. No te cabe en la cabeza que sin esa libertad de pensar, escribir, opinar y manifestarse ninguna democracia puede existir. Para ti, la prensa debe rendirte culto, decirte que estás guapo, que tienes mejor condición física que un maratonista keniano; que tienes cabecita de algodón; que eres un rockstar, que eres la divina envuelta en huevo, como dicen en nuestra tierra. Lamento decirte que sin libertad de expresión no estuvieses en Los Pinos, ni tendrías un país como el que ahora quieres demoler.
¿Sabes lo que es una noticia? ¿Sabes lo que es una entrevista? ¿Sabes qué un reportaje? ¿Sabes qué es una nota de ocho? ¿Sabes lo que es un artículo? ¿Un análisis? ¿Un editorial? Sabes qué es una rotativa, un linotipo, un componedor, una procesadora?. Más allá: sabes qué hace un editorialista, un cablista, un fotógrafo, un corrector de estilo? ¿Sabes cuántos periodistas libres han muerto a manos de los sátrapas de este país por defender la libertad de expresión.?.
En tu estrecho entender la prensa que te alaba es “prudente”. La que te cuestiona, es fifí. Qué simplismo, qué chabacanería. Qué arreos intelectuales tan pobres tienes. Tal parece que nunca saliste de Macuspana, que nunca leíste, que nunca acabaste secundaria o carrera. Tu razonamiento es de cavernas y, además, de una mediocridad de miedo.
En México, en tu gobierno, han sido asesinados 7 periodistas, unos dicen que 8. ¿Qué has hecho por aclarar esas muertes?. Para mí, muy poco o nada. Quizá no merecían ni siquiera el adjetivo de fifís. Eran mexicanos trabajadores, que buscaban la noticia a la par que el alimento y en sus comunidades querían allegar luz a los que permanecen en la ignorancia. Fifís o no, en el México que te estás acabando en cuatro meses no hay más peligrosa por ejempl; estamos como en Afganistán o Siria. En este país fueron silenciados en 2018 unos 80 periodistas. Y tú nos sales con que somos fifís o rebeldes sin causa…
Parecías diferente a otros presidentes. Pero te estás autoclonando. Tomé como una velada amenaza tuya lo que dijiste de que, si nos pasamos, “ya sabemos”. ¿Qué nos pasará?. ¿El linchamiento como a Jorge Ramos o, de plano, pasaremos a la estadística de los periodistas silenciados?. ¿Qué debemos “saber” si te criticamos, si te pedimos que informes limpiamente al país, que no mientas, que no deformes, que no degrades la profesión política?.
Para mí, tu “Si se pasan, ya saben” no se diferencia nada del “ni los veo ni los oigo” del sátrapa Salinas, o del “no pago para que me pegues” del mal nacido López Portillo. Su esencia tenebrosa es la misma: la amenaza, meter miedo; abusar del poder para robar, atropellar y matar a placer. O aquella premonición del asesino Javier Duarte a los periodistas veracruzanos: “Cuídense!. No hagan cosas malas”…Ya estás igual que Rosario Robles: “Los periódicos sirven para matar moscar y limpiar vidrios!. O el cinismo inaudito de Peña Nieto: “Ya sé que no aplauden”. (Paréntesis: Hugo Chávez nos decía “periodistas diabólicos”)…
Lo peor es que ya sabemos qué nos pasará si osamos contrariarte. Ya lo decretaste: “No lo digo yo; lo dice la gente”. La gente, según tú, nos podrá a todos en nuestro lugar. Desde aquí te digo: si yo violo alguna ley o reglamento en mi país, no deseo que me juzgue la gente ni que me perdone o condene la gente; que sea un juez. Yo no me escondo detrás de “la gente”, como tú…
Aunque en 2000 no voté por Fox, llegué a idealizar un respiro democrático en México. Luego me convencí que no fue así. En julio de 2018 no voté por ti; pero pensé que habría alguna mejor vida después de Peña Nieto. Creo que me volví a equivocar. Y tú, como Fox, igual estás pateando la oportunidad que te das la historia (y 30 millones de votos) de pasar como alguien memorable. Estás siendo más de lo mismo; tal vez peor. Impreparación, cuatismo, ahí se va, desdeño a lo establecido; lugares comunes y rollo, mucho rollo sin sustancia, como las infumables mañaneras.
Para mí es triste que el primer paisano tabasqueño que llega a la Presidencia se esté desbaratando de una manera tan decepcionante. Dejar pasar algo así después de 100 años de vida institucional se me hace increíble. (Desde Madero, con Pino Suárez, ningún tabasqueño había logrado esa altura. Lástima.
En México existe, y lo hará después de ti, una prensa prudente, valiente, que del lado del pueblo todos los días enfrenta al poder. Y no es ridícula ni rebelde sin causa. Es la prensa que México se ha dado. Ojalá algún día, desde tu púlpito, entiendas lo que la libertad de expresión representa en este país.
Me quedo con estas palabras del ejemplar Pepe Mújica: “La libertad es para que se pueda pensar distinto. Porque para estar de acuerdo no se precisa libertad”.
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