HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Basta ver la cara que tenía el Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, en la conferencia de prensa mañanera de este lunes, en el Museo Naval del Puerto de Veracruz, para darse cuenta de la gravedad de la situación de inseguridad que se vive en el país y, que este fin de semana, fue de terror en varias ciudades del país, como sucedió en Minatitlán y Comalcalco, Tabasco y Valles, San Luis Potosí, en donde los hechos rebasaron todo lo imaginable en materia de violencia.
Quienes vieron la conferencia mañanera del presidente pudieron darse cuenta que la imagen del Secretario de Seguridad Pública es la de un hombre apanicado, rebasado por una realidad en la que sólo existe una ley: la de los delincuentes que como sucedió en el sur de Veracruz. Individuos que no tienen compasión de nadie, asesinan gente inocente, gente de bien, algunos de los cuales seguramente pensaron que con el nuevo gobierno la inseguridad pasaría a un segundo término.
¿Y dónde está Alfonso Durazo? En cuatro meses de gobierno el sonorense no ha podido convencer a la población que la situación mejorará muy pronto, por el contrario ya se perdió la esperanza de volver a los tiempos en que uno podría celebrar cumpleaños en compañía de amigos y familiares o pasear por las calles de su ciudad con la confianza de que no pasaría nada.
Es francamente aterrador ver las fotografías que se difundieron en las redes sociales sobre las personas abatidas en el cumpleaños de Mina, o el niño tirado en el suelo bañado en sangre, con su hermanito a un lado llorando, mientras en el interior de la camioneta de la familia yacían los cuerpos de dos mujeres que fueron abatidas por ráfagas de armas de alto poder, en el mismísimo estado del presidente.
La Guardia Nacional en la que el gobierno tiene puestas las esperanzas para abatir la violencia generada por el crimen organizado no provoca el menor temor a los delincuentes, que desafían al gobierno, sin que exista una respuesta eficaz por parte de las autoridades encargadas de velar por la seguridad de la ciudadanía, llámese Policía, Ejército o Marina.
Señor presidente, es cierto que las anteriores administraciones dejaron un cochinero como dijo en Veracruz, pero ustedes tuvieron desde el mes de julio del año pasado para hacer un diagnóstico sobre la situación de la inseguridad y actuar en consecuencia una vez que llegaron al Palacio Nacional. El discurso de que son los adversarios, los neoliberales o la mafia del poder los culpables ya no funciona, la ciudadanía quiere resultados ya.
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¡En casa del Herrero, azodón de palo¡ Lo que pasa al interior de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, contradice la esencia de esa instancia en la que los mexicanos tenemos encomendados nuestros derechos. En la CNDH se olvidan de sus empleados que también son mexicanos y también tienen derechos humanos. Después de un mes de haber hecho distinción entre sus empleados que tenían derecho a Gastos Médicos Mayores a uno sí y a otros no los excluyó del privilegio de conversión (Reconocimiento de antigüedad y tipo de padecimiento) por lo que muchos siguen sin comprar una policía de GMM derivado de las acciones de la Comisión en darles a unos en tiempo la información y a otros no, (discriminación). ¿Lo sabrán en Gobernación? ¿habrá acción de la Conapred? ¿Qué se supone debe actuar contra la discriminación?…Señor presidente la honestidad del gobernador Cuitlahuác García no garantiza eficiencia y no hay que olvidar que la ineficiencia es también una forma de corrupción.
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