Francisco Gómez Maza
• 43 bebés murieron quemados
• No hay ni un sólo responsable
Una década ya, el venidero 5 de junio, del incendio en la guardería ABC, en la capital sonorense, Hermosillo, que dejó 49 niños muertos y 106 severamente lesionados.
Y de acuerdo con los impartidores de justicia, no hay responsables de la tragedia; menos, por supuesto, sentenciados y en la cárcel. Todos andan libres, algunos porque nunca fueron procesados; otros 19 funcionarios menores, que lo fueron, se beneficiaron de la Ley de Amparo y llevan su proceso en libertad.
En este país ocurren las tragedias más espantosas, los crímenes más horrendos, las matanzas más estúpidas, las masivas desapariciones forzadas, y no pasa nada. La geografía nacional está sembrada de cadáveres enterrados en fosas clandestinas y la pobreza y miseria se enseñorean en todo el territorio, y México es el sexto país más feliz de América Latina, según los marcadores de las Naciones Unidas. En este México, tierra de volcanes sociales, que vomitan fuego cotidianamente, ante los cuales el Popocatépetl se queda chico, sigue reinando la total impunidad.
Las instalaciones de la guardería no cumplían con los requisitos de prevención y protección, desde la decoración con poliestireno, las pocas salidas de emergencia y la vecindad con una bodega de una oficina de gobierno que fue el sitio donde iniciaron las llamas y se esparcieron rápidamente al local de ABC. En aquella fatídica ocasión una denuncia periodística decía que un funcionario pidió que quemaran documentos en ese lugar.
De acuerdo con las crónicas periodísticas, tuvieron que transcurrir casi siete años de la tragedia para que un juez diera esperanza, al dictar condenas de hasta 29 años en prisión a 19 personas, pero pronto se desvaneció cuando los condenados, que no eran de primer nivel, quedaron libres. Entre los que se libraron de acusaciones está, al menos, una familiar de Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón y excandidata independiente a la presidencia de México. Con este parentesco la pareja presidencial fue acusada de beneficiar a los implicados.
El Juez Tercero de Distrito en Hermosillo, Ricardo Ruiz, negó las órdenes de aprehensión solicitadas por el agente del Ministerio Público Federal en contra de 22 trabajadora. Las órdenes fueron requeridas por la probable responsabilidad en los delitos de homicidio culposo por omisión; lesiones culposas (que no ponen en peligro la vida) y lesiones culposas por omisión (que ponen en peligro la vida), tipificados por el Código Penal Federal.
El Ministerio Público consideró que las empleadas tenían el deber de cuidar la integridad física de todos los infantes, al que faltaron injustificadamente el día de los hechos, pues no efectuaron acciones tendientes a preservar su integridad física, procurando la evacuación de todos ellos. Sin embargo, el juez concluyó que se verificó que las indiciadas, en mayor o menor medida, sí realizaron acciones de evacuación y salvamento de muchos de los infantes que estaban bajo su cuidado.
Además, calificó el acto como una injusticia, agregando que quienes debían declarar y ser procesados eran los funcionarios de alto nivel, así como los dueños de la guardería.
El incendio empezó en una bodega de la Secretaría de Hacienda, que presuntamente no contaba con alarmas contra incendio ni con extintores. El fuego se propagó al local vecino, la Guardería ABC, donde esa tarde se encontraban aproximadamente 176 niños y unos 50 adultos. Los niños, que hacían la siesta en su cuna murieron o por asfixia o por quemaduras.
En las declaraciones de testigos se habla de que escucharon una explosión, vieron humo y eso motivó a buenos samaritanos a intentar salvar a los pequeñitos. Se convirtieron en héroes al sacar a muchos con vida.
Los papás fueron notificados del incendio, pero algunos tardaron horas buscando a sus hijos en diferentes hospitales, pidiendo información a empleados y testigos y como último recurso, en la morgue.
Las guarderías del IMSS aceptan a bebés desde los 42 días de nacidos hasta niños antes de cumplir los 4 años. Los que eran mayorcitos ese día, ahora están llegando a la adolescencia y acompañan a sus padres en manifestaciones y en su lucha por justicia en donde se encuentran con los padres de los 49 niños muertos, quienes sólo pueden llevar las fotografías, mantas con sus nombres, la huella de la tragedia y el recuerdo de sus angelitos.
El próximo 5 de junio también habrá manifestaciones para recordarle al gobierno que la muerte de los niños y el daño físico irreparable de los más de cien sobrevivientes aún está impune. Que muchos, incluidos funcionarios del IMSS, deben ser investigados y, si salen responsables, castigados. El incendio fue brutal y parece que ya estuviera olvidado.
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