Claudia Rodríguez
Ahora que la Procuraduría General de la República (PGR) informó que la madrugada del domingo reciente, detuvo al aún secretario de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Rubén Nuñez, acusado del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, queda claro que en este país puedes delinquir o sólo no cumplir con una ley o norma y seguir en libertad, mientras no le estorbes al Gobierno.
La disidencia magisterial agrupada en nuestro país a través de la CNTE, desde hace tiempo se ha manifestado en contra de la reforma laboral ya aprobada por esta Administración y en diferentes momentos ha solicitado ser escuchada por las autoridades y entablar el diálogo, pero desde el secretario de Educación, Aurelio Nuño y el de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong hasta el mismo Ejecutivo federal, se han negado, lo que ha llevado a los mentores de la Coordinadora a elevar el tono de las protestas incluso hasta la violencia y el vandalismo.
Pero a los dirigentes de la CNTE por esas acciones hasta ahora nadie había llamado a cuentas.
A Nuñez había que encontrarle su talón de Aquiles –o recreárselo– para llevarlo ante las autoridades policiacas y de justicia penal para quitarlo del camino y de paso, intimidar a cuántos más maestros disidentes insistan en dialogar sobre la reforma educativa.
La detención de Nuñez, lleva a recordar de entre muchos casos, el de Andrés Manuel López Obrador en el 2005, cuando se desempeñaba como jefe de Gobierno del Distrito Federal y la Administración federal panista de Vicente Fox mantenía un enfrentamiento toral con el entonces perredista, hasta lograr su desafuero con la ayuda del voto de los diputados federales por el llamado caso El Encino en donde una particular reclamaba que la autoridad del Distrito Federal no acató las resoluciones judiciales para no construir un camino que al final conectaría instalaciones hospitalarias.
El pretexto era lo de menos, lo demás, era vilipendiar a López Obrador como si fuera una ejecución sumaria y atajarle su propósito de candidatearse a la Presidencia de México hacia el 2006, asunto este último que no logró consumar el ex presidente Fox, con todo y su odio frontal hacia Andrés Manuel.
Hay activistas que por menos, son recluidos en las cárceles mexicanas como si fueran los peores criminales del planeta porque sus voces y sus acciones son contrarias a los planes del sistema.
Ahora que el disidente Nuñez, ya lo tienen listo para endilgarle los peores crímenes, se antoja avizorar que a la CNTE, le prendieron la mecha con más potencia.
Acta Divina… La investigación permitió comprobar que, al amparo de diversos convenios suscritos por la Sección 22 con algunas empresas, éstas entregaron al imputado, de manera directa, indirecta o por interpósitas personas, una comisión quincenal de 3.5%; así lo señaló el subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, Gilberto Higuera Bernal de la PGR.
Para advertir… Conductas viscerales de las autoridades.
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