Por Gilberto Celis
Como me gustaría dolerme la cojera de perro y acongojarme con las lágrimas de cocodrilo de quienes durante 6 gobiernos sexenales PRI-PAN y a través del Pacto por México institucionalizaron la política como mercadería; pero, por más vueltas que le doy, no puedo andar hacia su convocatoria reivindicativa y colaborar en su confrontación con quien presumen les quita la negociación privada de la empresa pública.
La trampa, tejida con el hilo elaborado con la sangre y lágrimas del paciente mexicano que hace 36 años se veía en el paraíso de miles de mejores empleos y mayores salarios que traerían el Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT); así como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Hartos entonces de los políticos y la contradicción de un país tercermundista en los primeros lugares como productor mundial del petróleo, de la delincuencia civil del General Durazo, el nepotismo de JoLoPo…
— … y más que los tantos suspiros de esperanza en los técnicos levantaron la bandera Renovación Moral del hacedor Miguel de la Madrid y el operador Carlos Salinas de Gortari.
— Ah, pero hace seis sexenios no podría creerse que 36 años después terminaríamos en el inframundo globalizado como mano de obra barata…
—…y económicamente tres metros bajo tierra al recorrerse, por Decreto Presidencial de Carlos Salinas, el punto decimal del Peso tres ceros a la izquierda.
— El Poder Legislativo aprobando las ejecuciones del Ejecutivo Federal y el Poder Judicial situando los resultos en daños colaterales.
¿36 años son menos que 6 meses?
De ahí que el presente sea consecuencia del proceso de 36 años con un mismo patrón, el Modelo económico neoliberal, y no resultado de 6 meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
— Acepte, una cosa piensa el bayo y otra quien lo ensilla.
— Oiga, nada raro es que alguien está haciendo de las suyas; y, reitero, la mala leche está en la recomposición de más de lo mismo con los mismos y que en MoReNa recuperaron la grandeza perdida en sus partidos políticos.
— Lucen como miuras de grandes pitones, pero a la hora de la faena resultan afeitados.
Ahora que muchos creen se trata de un montaje y, payasos en el escenario de su doble verdad y doble moral, hablan de una producción donde son víctimas inocentes.
— ¿Ah, no?
— ¿Recuerda a Enrique Peña acusando a los del común de anormalidad mental al ver corrupción solo en él y reclamar a los años deberían estar acostumbrados y saber que la tecnología la resalta en uno u otro gobierno?
— Prefiero atender que la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública hasta que no le piden intervenga nada hace para cumplir el encargo del cargo.
— ¿Será que Ramírez Cuellar no recuerda la Caravana del Hambre y la caballada?
Responsabilidad corresponsable
Por eso no acepto ninguna corresponsabilidad; que si transigiera, aceptaría ser como estoy por consentimiento entre iguales y no impuesta por la lógica neoliberal del poder económico global.
— Bueno, sepa de una buena vez que lo ininteligible de ignorar el orden de la prioridad presupuestaria es tan entendible como castrar a los del común de los beneficios sociales.
— Carajo, y cuando el horno no está para bollos, la SHCP no publica a tiempo las bases para la licitación de compra consolidada de medicamentos?
— Por eso dicen que para lo que no hay remedio es inútil cavilar.
Vamos, no hay que pensarle mucho en un momento que las palabras disfrutan de una pluralidad que ya quisiera la equidad y paridad de género, si no fuera porque cada grupo, facción o fracción le da al discurso el significado de su propio interés.
Así es que va siendo hora que los bastardos, conversos, mestizos o mezclados, digo, atiendan son injertos en MoReNa que es la generosa planta madre que les amamanta y mantiene en vida política y según el crecimiento en la 4ª Generación, enraizados, podrán ser clones.
— Coño, yo los veo como aliens.
— Por eso le digo.
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