Col. Candelero 05 06 19
Por: Abraham Mohamed
mohacan@prodigy.net.mx
Es evidente que en su propósito para reelegirse como Presidente de Estados Unidos, Donald Trump dragonea contra México incitando el chauvinismo gringo con el choro de proteger a su país de la seria amenaza que representan para su seguridad y economía el narcotráfico, el desequilibrado comercio que, dice, tienen los estadounidenses con nosotros y el “tsunami” migratorio procedente de Centroamérica que atraviesa el territorio mexicano para entrar ilegalmente a su país.
Y como acusa a nuestro gobierno de no hacer nada para impedir esta avalancha de pobres que han abandonado Guatemala, El Salvador y Honduras con la ilusión de mejorar su vida en EU, al Presidente Trump se le ocurrió amenazar con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas a partir de éste próximo día 10 de Junio como presión para obligar a que México actúe como él quiere. Ese impuesto empezará con un 5% que subirá otro tanto, mes a mes, hasta llegar al 25 % en Octubre.
Por supuesto que esto desató aquí una psicosis económica, financiera, bancaria y empresarial, mayúscula, al grado de que se han desplomado las acciones en la Bolsa de Valores, la fuga de capitales “golondrinos” empezó y la especulación con el dólar ya rebasa los 20 pesos, calculándose que para finales de año, si no se arregla lo de la imposición arancelaria a todo lo que se le venda a EU, la paridad será de 30 pesos por dólar.
A Trump no le importan cuestiones humanitarias por las centenas de miles de inmigrantes que ya se agolpan en diversas regiones de México y en la frontera con Estados Unidos. El simple y sencillamente quiere que el gobierno mexicano impida su paso y además que repatríe de inmediato a sus países a los ilegales que “su Migra” gringa detenga y los entregue a nuestras autoridades.
Eso de la imposición de los aranceles se integra en la original estrategia de Make America Great Again (MAGA) que significa “Haz Grande otra vez a América” (EU) que llevó a Trump a la Presidencia, pues en esa campaña prometió la construcción del muro a lo largo de la faja fronteriza con nuestro país que está en proceso, el conveniente Tratado de Libre Comercio con México y Canadá (T-MEC) que está por aprobarse y por supuesto resolver el problema de la inmigración ilegal que afecta al sector laboral de su país, sumándole ahora los aranceles a las importaciones mexicanas.
Tal parece que el gobierno de Trump nos quiere poner de rodillas, porque en la primera reunión celebrada ayer miércoles 5 en Washington para tratar la negociación de lo que reclaman los gringos, no se llegó a nada.
Este jueves 6 volverán a reunirse los representantes de México encabezados por el Canciller Marcelo Ebrard quien se apoya con Graciela Márquez, Secretaria de Economía; Víctor Villalobos, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural; Jesús Seade, Subsecretario para América del Norte; Martha Bárcena, embajadora de México; Representantes del sector empresarial y Mario Delgado, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, para dialogar con el Vicepresidente de EU, Mike Pence; Mike Pompeo, Secretario de Estado y Robert Lighthizer, representante comercial.
El Presidente Trump que está muy al pendiente del delicado asunto, tuiteó: “Se está progresando, pero no lo suficiente! Los arrestos fronterizos de mayo son de 133,000 debido a que México y los demócratas en el Congreso se niegan a ceder ante la reforma migratoria. Las conversaciones con México se reanudarán mañana con el entendimiento de que, si no se llega a un acuerdo, las tarifas al nivel del 5% comenzarán el lunes, con aumentos mensuales según lo programado. Cuanto más altos sean los aranceles, mayor será el número de empresas que volverán a los EU”, agregó el mandatario.
Por su parte, el Canciller Ebrard señaló que se tuvo una reunión cordial y que cada país defendió sus puntos de vista. Aunque reconoció que no se esperaba llegar a un acuerdo en esta primera reunión, adelantó que en el diálogo de éste jueves podrán mejorar las posiciones de entendimiento, pues no se desecharon las posturas de ambas partes y destacó que hay voluntad en coincidir.
Ebrard también dijo que lo que busca Estados Unidos son resultados a corto plazo con respecto a los flujos migratorios, pero sostuvo que en México no solo se tienen que aplicar medidas punitivas, sino implementar acciones a largo plazo.
Sobre la reunión que tuvo con su homólogo, Mike Pompeo, reiteró que es un buen amigo y que tiene buena relación con él. Reconoció que el funcionario estadounidense podría ser un factor de importancia en las negociaciones que se realizan.
No falta quien especule que pueda desatarse una guerra comercial entre México y EU, semejante a la que EU mantiene con China –guardadas por supuesto, las debidas proporciones- pero en lo personal creo que eso es muy temerario siquiera comentarlo.
Por su parte, la Secretaria de Economía Graciela Márquez ha referido que México podría recurrir a los organismos multilaterales, aunque “tienen un ritmo probablemente menos efectivo”, que imponer represalias o un carrusel de aranceles, esto debido a que el Secretario de Comercio de EU, Wilbur Ross le dijo a ella que “México debe ayudar más a la inmigración ilegal en la frontera común”.
Y para finalizar el día, desde Londres el Presidente Trump machacó con lo siguiente: “pese a las negociaciones con la delegación mexicana, la imposición de aranceles seguirá en marcha. Veremos si podemos hacer algo, pero creo que es más probable que las tarifas sigan, y probablemente hablaremos durante el tiempo en que se apliquen las tarifas y las paguen”.
P.D.- Mientras el Presidente Trump ya gestiona el registro del nuevo slogan para su campaña de reelección en el 2020 que será “Keep America Great” (KAG) que se traduce “Mantengamos la Grandeza de América” (EU), aquí en México elevamos los brazos al cielo con la esperanza de que esa bonita y sagrada amistad que con Estados Unidos y la personal que el Presidente López Obrador presume tener con Trump, se confirme y sea útil para resolver, de la mejor manera posible, el problema de los aranceles que nos quiere imponer como presión para que paremos ¡“cómo sea”! a los cientos de miles de migrantes centroamericanos que atraviesan el territorio nacional país para ingresar ilegalmente a su país en busca de mejor vida.
Oremos……oremos….. a ver que pasa…..