Claudia Rodríguez
No son pocos los elementos de la Policía Federal (PF), que tras romper el diálogo con las autoridades para resolver sus demandas por su tránsito a la Guardia Nacional, han dejado en claro que lo suyo es el interés personal y ni siquiera el de la corporación, sin querer aceptar primero, que existen beneficios superiores que los han tomado como rehenes y segundo y quizá lo más importante, es que si tienen algún apoyo de la sociedad, se trata en exclusiva de sus familiares.
No se les ocurra decir, que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es el que abona al desprestigio de la PF, cuando la lectura de percepción y encuestas metodológicamente levantadas hasta el sexenio pasado, señalaban que una de las instituciones, entre otras, en las que menos confía la sociedad mexicana es en efecto, la Policía Federa; así, con todas sus letras, e incluso también el miedo que provocan otras organizaciones policiacas establecidas en distintas regiones del país.
Pero las corporaciones de la Policía, no van solas entre el desprestigio que les aqueja, también la acompañan los partidos políticos, los legisladores, los sindicatos y porque no, muchos hasta manifestaron al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, su recelo hacia la institución presidencial y todo lo que tuviera el sello gobiernista.
Los mexicanos confiamos más en un elemento del Ejército o la Marina para nuestra protección o asistencia, y hay quienes de plano mejor invocan milagros, cuando depositan toda su confianza en la fe que propagan las Iglesias.
En la encuesta “México, confianza e instituciones 2018”, elaborada por Consulta Mitofsky, las instituciones que generan la mayor certidumbre entre los mexicanos son los medios de comunicación incluyendo las redes sociales, las Comisiones de Derechos Humanos, los órganos electorales, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y hasta en los bancos; pero sobre todo y, ante todo, las universidades, la Iglesia y el Ejército.
La Policía Federal y sus apoyadores, no tienen para nada el efecto empatía entre la sociedad, es más, cualquiera que ve a sus elementos en solitario o en grupo, advierte reticencia y hasta temor por las historias de horror por muchos de ellos cometidas con uniforme o sin él.
Momento de decir adiós a la PF, aunque se amotinen con un gesto más que de fuerza, de berrinche.
Acta Divina… La Policía Federal entre que unos negocian y otros solicitan tramitar su indemnización, piden apoyo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Para advertir… Los mayores transgresores de derechos humanos abogando porque no se les violen los suyos…
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