FRANCISCO RODRÍGUEZ
En cualquier parte del mundo, los líderes de opinión acostumbran a no ver las cosas como son, sino como quisieran que fueran, como son ellos. El cerebro y la experiencia registran los acontecimientos y llegan a la conclusión de que lo que parece es. Normalmente las cosas las consideran según la imagen que se aparece en su mente.
El mundo es la muestra de la conciencia. Los olores, colores, formas, significados nos parece que representan el cien por ciento de la realidad. Es sorprendente cómo tiene el gran poder de crear mundos diferentes al verdadero. La realidad depende muchísimo de la interpretación y de cómo se forma el mundo imaginario de nuestra consciencia.
Nuestra percepción humana se acostumbra a aceptar lo que vemos. Siempre es difícil que los sentidos capten en toda su dimensión todas las aristas de la realidad. Somos rehenes de lo que no alcanzamos a percibir. Como no hay más cera que la que arde, ahí nos quedamos.
La física cuántica demostró que nuestros ojos y nuestro entendimiento sólo ven lo que el cerebro previamente autoriza. Sin embargo, la materia real se rige por leyes aparte, en ondas y saltos que han generado el principio de incertidumbre. Así, cada quien se engaña como quiere. Extendida a la política, la información siempre es a la medida del gusto.
La proverbial comprensión política del mexicano ha sido atropellada
En México, el nuevo régimen parecía empeñado en negar que la física y la política cuántica se habían enseñoreado del entorno vital. Pero no es así. Vemos lo que parece que es. Los ojos, el cerebro y los oídos lo demuestran, pero el cerebro práctico y defensivo se niega a aceptar el despropósito . Sin embargo, lo que parece es.
La proverbial comprensión política del mexicano con dos dedos de frente ha sido atropellada y desnortada. Casi no hay la posibilidad de sobrevivir al presente, menos de enfrentar cualquier escenario futuro. Se han perdido las brújulas y los mapas de ruta. Somos como ciento treinta millones de náufragos en un horizonte impredecible.
Hemos llegado a la necesidad de acudir a las explicaciones de la política cuántica, distinta de las mecánicas newtonianas, obcecada en enseñarnos un poco de humildad al demostrarnos que la naturaleza se comporta “como quiere”, no como nosotros pensaríamos que debería ser.
Pensábamos que al inicio de la 4T habría reversa a actos dañinos
Cuando empezó el nuevo régimen todos imaginamos o supusimos que iban a acabarse por fin una serie de decisiones lesivas que podían echarse para atrás de un solo plumazo. Es el caso de las concesiones para que el SME de Martín Esparza operara…
… las termoeléctricas alrededor del Valle de México que el compadrito Osorio Chong –y el capo di tutti capi Enrique Peña Nieto, con su “favorito” José Miguel Bejos, hijo de Alfredo Miguel Afif— decidió concesionar vitaliciamente a ese engendro. Como todo partía de un acto administrativo, no de una decisión políticamente evaluada, apostamos doble contra sencillo que la vida artificial de estas concesiones había nacido muerta.
Era sencillo. Sólo bastaba la decisión del dedo mayor para hacer realidad este reclamo de una buena parte de la sociedad mexicana, hastiada del mar de corrupción. Pero hete ahí que no. Las concesiones de las termoeléctricas contaminantes e innecesarias, a base de omisiones sin cuento, fueron tomando carta de naturalización, hasta plegarse a las concepciones de la política cuántica, que desmiente en la realidad lo que no es aceptable por los sentidos, menos por el sentido común.
¿Pasaron por el escritorio de AMLO los bisnes para Peralta y Salinas?
Pero no sólo eso. En una decisión bizarra, por lo inaudita, la Comisión Federal de Electricidad del nuevo régimen acaba de otorgar un contrato mayúsculo a las empresas Peralta – Salinas de Gortari para llevar a cabo la primera adjudicación del sexenio, ése que prometió acabar con todos los estropicios.
Las cosas ya no son como deberían ser. Han entrado las explicaciones de la cruel realidad para convencernos que no hay más cera que la que arde. No puede creerse que la adjudicación de marras no haya pasado por el escritorio presidencial. Si así fue, en mala hora nos agarraron de incautos.
Si los mexicanos tendremos que apechugar sólo con lo que vemos, es el momento de decirle adiós a la magia, al duende de la política que creíamos haber elegido hace un año. Nunca existió. Sólo fue un perfume virtual, un sueño de opio creado a la medida de nuestras necesidades de creer y de esperanza.
Cuando todos tienen razón se producen las antinomias autoritarias
Entonces, todo lo que vemos es lo que hay. La imposibilidad de llevar a juicio a los ladrones del caso Fertinal, Agro Nitrogenados, OHL, Odebrecht es real, dicen los sentidos. La quiebra de Pemex no sirve para otra cosa que para otra andanada de privatizaciones. La Cuarta Transformación es una quimera.
Tienen razón al mismo tiempo los ingenieros que deturparon la construcción del mega aeropuerto faraónico de Texcoco, al mismo tiempo que tienen razón los jueces que amparan a diario a los que se oponen a Santa Lucía. Tienen razón los policías federales que no quieren integrarse a la Guardia Nacional.
Y cuando todos tienen razón se producen las antinomias autoritarias, se da paso al libre juego de la oferta y la demanda, se sacraliza la mano invisible que todo lo compone, se vuelve al engaño del libre mercado, al dejar hacer, dejar pasar y… al tronío del neoliberalismo.
La magia ya no puede aparecer. El bono de credibilidad se agota
Las prometidas votaciones en plaza pública para llevar a juicio a los ex presidentes depredadores, chuparon faros. La nueva moralidad, la ética republicana, el país transparente fueron vencidos en buena lid por los mañosos de siempre. ¿ Ese es nuestro mundo real?
¿Los planteamientos de revocación de mandato, las iniciativas populares, el referéndum y los plebiscitos fueron sustituidos por las votaciones a mano alzada para echar abajo pequeñas obras partidistas? ¿Para demostrar que no hay de otra sopa?
Para quienes pensaron que estos desatinos formaban parte de una mecánica vencida que iba a ser sustituida por nuevas ideas y nuevos procedimientos de llevar a cabo lo indispensable, ¡lástima Margarito! La magia ya no puede aparecer. El bono de credibilidad se agota.
Los mexicanos necesitamos saber en qué cayuco nos embarcamos
Si las cosas van a seguir siendo así, mejor que regresen los que se fueron. Porque este sería el peor de los mundos posibles, donde hasta esa posibilidad de retornar al tiempo pasado puede ser una falsa ilusión.
¿Cuál es la verdad? Los mexicanos necesitamos saber en qué cayuco nos hemos embarcado. ¿Por qué perdimos ganando, por qué ya no tenemos enfrente más que la rebelión y el encono social?
La tragedia ahora sí está a la vuelta de la esquina. Si falló el régimen elegido como la última solución, que Dios nos agarre confesados. Se viene una guerra de todos contra todos. Lo peor va a ser que sabemos cómo y hasta por qué empezó.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Fuerte el comunicado que ayer diera a conocer el morenista Alejandro Rojas Díaz-Durán bajo el título “El Consejo Nacional de Morena salió con su domingo 7”. En este señala que “los acuerdos votados ayer, domingo 7 de julio del 2019, en el seno del Consejo Nacional de MORENA con respecto al padrón de afiliados, siguen siendo violatorios de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, de las leyes sobre partidos políticos y, lo más grave, de los Principios y Estatutos de MORENA, porque no pueden excluir a los 7 millones de lopezobradoristas restantes que se afiliaron libre, individual y voluntariamente, durante todo el año pasado y que el CEN de nuestro movimiento no ha querido integrar al padrón de militantes. Están rectificando en la forma, más no en el fondo, porque quieren convocar a las elecciones internas con un padrón que cerraron en diciembre del 2017 y lo mantienen cerrado hasta el de día de hoy, de manera inconstitucional, porque viola el Artículo 41 de la Carta Magna. No están considerando la afiliación de todo el año pasado y la que este 2019 continúan realizando, por obligación estatutaria, los Protagonistas del Cambio Verdadero. Están acumuladas otras 7 millones de afiliaciones que no han querido dar de alta tampoco en el INE. Ahora pretenden dar de alta a tan sólo 3,100,000. Es decir, 1/3 de todos los morenistas que están esperando ser afiliados y debidamente credencializados. Todos tienen el derecho político constitucional de votar y ser votados en la renovación de dirigentes en todos los niveles del país, fundamentalmente, en las municipales y en las Alcaldías de la Ciudad de México. O todos coludos o todos rabones. No hay morenistas de primera ni de segunda. Todos somos iguales.” Y avisa que hoy irá “a la sede nacional de MORENA, a la 1:30 PM, para ingresar un documento que sustenta jurídicamente mis argumentos.”
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