Por: Luis Ramírez Baqueiro
“La buena suerte no es casual; es producto del trabajo.” – Emily Dickinson.
Aun cuando el gobierno de la Cuarta Transformación parece que al paso de ocho meses deja un mal sabor de boca, lo cierto es, que no se puede medir con el mismo racero todo.
La realidad es que en parte la falta de resultados obedece a la obcecada voluntad de un presidente que se siente todólogo, sin menguar, que es necesario bajarle a tanta declaración y aparición pública.
El desgate natural que representa el gobernar, se ha multiplicado x10 a la “n” potencia, ante la maniquea creencia del Ejecutivo que santo que no es visto no es venerado.
Pero un tema que debe ser visto con suma atención y en donde al menos la intensión presidencial resultaría buena, es la de mejorar la atención en los servicios de salud.
Una de las áreas más sensibles de la administración federal y estatal, es precisamente está, la de intentar sanar a la población de sus miles de dolencias, bajo el precepto de ser un logró de la Revolución.
Lastimosamente no todos los que en ello colaboran se ponen bien la camiseta, pues los señalamientos nuevamente de corrupción en la asignación de obra y compra de insumos y medicamentos están ahí, flotando, sin que al momento la Auditoría Superior de la Federación (ASF) emita dictamen, o la Secretaría de la Función Pública (SFP) diga esta agua es mía.
El trabajo desempeñado por Angelica Ivonne Cisneros Luján se lee al paso de los meses como titánico, ordenar un Sistema en donde las 32 entidades federativas se manejaban a su antojo y discrecionalidad.
El reto ha sido identificar las principales aristas de este decaedro que no tiene forma, que simplemente, lo dejaron cual madeja de estambre toda revuelta.
Cisneros Lujan conversó con este reportero en entrevista y admite que las principales carencias identificadas recaen en el tema de la Infraestructura Hospitalaria y de Centros de Salud. https://encontacto.mx/sin-acreditacion-de-calidad-el-30-de-las-unidades-medicas-comisionada-de-salud/
Mismos que fueron dejados en el desamparo, sin mantenimiento y en pésimas condiciones operacionales.
Por otro lado, la acreditación de estos espacios de salud fue asunto olvidado, lastimando consigo los estándares de calidad pues, al momento solo el 70% de las unidades hospitalarias cuentan con acreditación de calidad.
De igual modo, el desabasto de medicamentos ha provocado el principal reclamó de la población que acude a sus hospitales, clínicas y centros de salud, son el “quick” del tema.
Cuestionada sobre sí ¿existe robo hormiga de medicamentos?
La funcionaria federal evade la pregunta, para señalar que durante el primer semestre del año los estados recibieron el dinero para realizar la compra de insumos y medicamentos, de la cual destinarían el 30% del monto asignado para realizarlo.
A pesar de ello existe desabasto de medicamentos, reconoció la funcionaria.
El otro grave problema que existe personal de salud sin derechos laborales, sin seguridad social, trabajadores eventuales, que ha sido remunerado con el recurso que el mismo Régimen Social en Salud destinaba para las entidades.
El total de personal alcanza las 150 mil personas a nivel nacional (hombres y mujeres) que brindan alguna función, y que no pueden, ni deben seguir así, remarcó.
La intensión pues del presidente de México, es la de crear un nuevo Sistema Nacional de Salud para casi 60 millones de mexicanos que no cuentan con acceso, sin que, para ello, deba mediar afiliación a programa o seguro alguno.
Por increíble que parezca el reto mayúsculo podría comenzar a dar resultados en un tiempo estimado de dos a tres años, de ser así, la 4T se anotaría un super hit a su favor.
Esperemos a ver que dice el tiempo, y ojalá por fin la salud si llegue a todos.
Al tiempo.
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