Por Abraham Gorostieta
Ciudad de México. (Índice Político).- No comer carne trae muchos beneficios tanto a la salud como a nuestro planeta, eso es un hecho. Si eres vegetariano, ya sea por convicción ideológica o un compromiso ético, puede ser que ayudes mucho a tu organismo y al planeta Tierra, además de que tendrás buenos argumentos para sostener un debate con los carnívoros.
Sin embargo, la guerra entre vegetarianos y carnívoros va más allá de una pugna moral y ética. Un resiente estudio del Centro Internacional de Agricultura Tropical de Colombia, dirigido por el doctor Andrew Jarvis explica que la moda del vegetarianismo o también la del veganismo tendría un impacto negativo en los países en desarrollo, en términos de pobreza, mientras que en los países desarrollados, el vegetarianismo traería todo tipo de beneficios ambientales y para la salud.
Su estudio explica que “la producción de alimentos representa entre el 25% y el 30% de todas las emisiones de gases con efecto invernadero generadas por el hombre en todo el mundo, y la mayor parte viene de la producción agropecuaria”, es decir, habría un considerable impacto en el cambio climático.
La hipótesis del Centro Internacional de Agricultura Tropical de Colombia es reforzada por el especialista en seguridad alimentaria de la Universidad de Leed, en Reino Unidos, Tim Benton, que en un artículo explica que “si consumiéramos un poco menos de carne al día, dejaríamos un mundo mejor para nuestros hijos y nietos”.
Muchas personas no piensan en las consecuencias que la producción de alimentos tiene en el clima. Si se diera la eliminación de carne roja de la dieta en los humanos, las emisiones relacionadas con la producción de alimentos caerían un 60%, según un modelo computarizado del Future of Food de la Universidad de Oxford.
En el mundo se ocupan unos cinco millones de hectáreas para el ganado. Esto es el 68% del total de tierras agrícolas, lo que provoca emisiones por la pérdida de biodiversidad debido a la transformación del uso de la tierra.
Cambiar toda la indrustria del consumo de carne roja se antoja muy difícil. La reforestación de las tierras agrícolas que se usan para el ganado significaría el aumento de la absorción de carbono y aliviaría el cambio climático. Sin embargo, “dado que los pastizales tienden a ser altamente degradados, tanto la restauración ambiental como la conversión a la agricultura requerirían de planificación e inversión”, explica el doctor Andrew Jarvis.
Las cifras que ofrece la Universidad de Cambridge de su departamento de biodiversidad, explica que en el mundo hay más de 3,500 millones de animales de ganado y decenas de miles de millones de pollos que cada año se sacrifican para la alimentación. De no ofrecer alternativas y subsidios claros para las personas relacionadas con la industria del ganado, probablemente enfrentaríamos un incremento significativo del desempleo y trastornos sociales, especialmente en las comunidades rurales con estrechos vínculos con la industria.
Un tercio de las tierras del mundo son áridas o semiáridas, que sólo pueden soportar la ganadería. El ganado es lo que hace que pueda haber vida en ciertos lugares del planeta.
Pero si todos dejamos de consumir carne, los efectos para la salud serían variados.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud, que computó la hipótesis de que sí la humanidad fuera vegana o vegetariana en su totalidad en el año 2050 habría una reducción global de la mortalidad del 6% al 10%, gracias a la disminución de enfermedades coronarias, diabetes, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.
Sin embargo, sería necesario encontrar sustitutos apropiados desde el punto de vista nutricional, especialmente para los más de 2 mil millones de personas desnutridas que hay en todo el mundo.
(Con información de la BBC Mundo, The Guardian y News Health).