Guillermo Portugal Vela
El hombre de Macuspana en su informe del 1 de septiembre pasado señalo con enjundia que “representa a todos, ricos y pobres, creyentes y librepensadores, mexicanos y mexicanas”, sin embargo en contraste a dicho señalamiento fue notoria la ausencia de la representación del pueblo: migrantes, campesinos, indígenas, obreros, estudiantes, comerciantes y trabajadores de servicios diversos; al parecer se sobrevaloro a los 500 invitados de la elite de “gobernadores, representantes del Poder Judicial, gabinete ampliado, así como integrantes de la iniciativa privada y de la academia” y del “acierto” de que en el mencionado informe por los buenos oficios “del intermediario comercial” Alfonso Romo jefe de gabinete se diera la preeminencia de uno de los personajes más ricos del planeta Carlos Slim, así como Carlos Salazar presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el líder Antonio Del Valle Del Consejo Mexicano de Negocios (CMN).
En su informe el presidente destaco entre otros logros de la Cuarta Transformación que “se barren las escaleras de arriba para abajo” para dar neoliberal sepultura “a la pensión de los expresidentes” y en virtud de que en contraste existen programas sociales como el referido al Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, cuyo presupuesto asignado es de 100 mil millones de pesos para beneficiar a 9.78 millones de personas y con un monto de 2,550 pesos bimestrales por persona.
Si bien es significativo reconocer “el costo excesivo al erario por las pensiones de los expresidentes” para efectos de aminorar la desigualdad social y económica, no obstante, será pertinente ir más allá, es decir cambiar la estructura de dicho Programa para el Bienestar haciendo un replanteamiento de su estructura y distribución de los presupuestos. En esto considérese lo siguiente:
1. Se aclara en principio que el Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores es un ingreso adicional al que corresponde por ley al derechohabiente de cada uno de los pensionistas tanto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y las empresas públicas de Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
2. Sobre la base de los Criterios Generales de Política Económica (CGPE)2019 indican que el pago de pensiones para este año “aumentaría en 6.4 por ciento, referente a los recursos autorizados para el ciclo 2018, “por un total de 877,500 millones de pesos”.
3. De dicho monto, 75.1 por ciento, equivalente a 659,100 millones de pesos, se concentra en el IMSS e ISSSTE; 13 por ciento, 114,200 millones de pesos, se asocia al gasto del gobierno federal, y 11.9 por ciento, que son 104,200 millones de pesos, correspondientes a las empresas productivas del Estado Pemex y CFE.
4. De lo anterior se deriva que del total corresponde al pago de pensiones que cuestan en promedio 575,000 pesos al año de la nómina asignada para un trabajador jubilado de Pemex es decir correspondiendo a 48 mil pesos mensuales; y 780,000 pesos también en promedio de la nómina asignada por uno de la CFE, es decir 65 mil pesos mensuales; cuestión que contrasta con la baja del promedio de un trabajador jubilado por el IMSS que es de 90,000 pesos al año de la nómina asignada, o sea 7,500 pesos mensuales.
La asignacion relativa (porcentual) mensual del Programa para el Bienestar de referencia es en cualquier adscripción institucional de un monto de 1,275 pesos, pero que tiene sus diferencias al sumar dicho monto con la nómina mensual asignada a la adscripción institucional del derechohabiente, en este sentido se tiene como ejemplos y considerando las percepciones mensuales promedio lo siguiente:
Para un pensionado de Pemex se traducirá en un pequeño aumento en sus percepciones de 48 mil a 49 mil 275 pesos, es decir un aumento del 2 por ciento.
El pensionado de CFE, tendrá mayor ingreso pasando de 65 mil a 66 mil 275 pesos más, es decir un pequeño incremento del uno por ciento.
Y en tanto para un pensionado del IMSS, sería incrementar en forma sustancial de 7,500 pesos mensuales para situarse en ocho mil 775 pesos, o sea mejorar con un 17 por ciento.
Corolario. El ejercicio de cálculo anterior nos lleva a la determinación de coadyuvar en la disminución de la desigualdad socioeconómica en la lógica de hacer una reestructuración presupuestal del Programa para el Bienestar mencionado, no sea universal, sino que se plantea que tenga limites en su entrega, ejemplo para tener dichos apoyos los derechohabientes no deberán de exceder en su nómina de pensiones el rango de diez salarios mínimos vigentes. Y así mismo que los montos no otorgados del Programa mencionado a los derechohabientes que se excedieron de dicho rango de diez salarios mínimos pasen para aumentar el universo objetivo de los beneficiados o en su defecto aumentar los apoyos al doble del monto asignado, es decir pasar de 1,275 pesos a 2,550 pesos mensuales, pero con el requisito que sus percepciones de nómina por pensión sea menor a 3 salarios mínimos vigentes.
En suma, es recomendable, hacer talleres de discusión para mejorar el nuevo planteamiento del programa y hacer prospectiva con modelos de operación antes de la instrumentación del mismo, pero con el requisito de democratizar las políticas públicas, es decir que los participantes de la discusión aparte de los estrategas y operadores gubernamentales estén los representantes derechohabientes del programa.