Lilia Arellano
¿Qué es la muerte sino un espantajo?: Epicteto.
● ¿Cómo llegamos a este horror?
● Son más de 300 mil muertos y 40 mil desaparecidos
● Truculenta historia de la corrupción y la impunidad
● Crecimiento de cárteles está vinculado a presidentes
● Falta mucho por hacer en seguridad, dice Sheinbaum
Septiembre 16, 2019.- De manera alguna es fácil contestar a la interrogante ¿cómo se pudo llegar a estos grados de corrupción, de impunidad, de inseguridad, de saqueo? Es visiblemente notable a los únicos a los que les ha ido no bien sino muy bien, se han enriquecido, cuentan con patrimonios familiares envidiables dignos de jeques árabes, de dueños de emporios internacionales, no necesitan trabajar el resto de sus días y sus 3 o 4 o 5 generaciones siguientes pueden dejar pasar su existencia sin disminuir su nivel de vida, de gastos, los lujos acostumbrados, son y han sido funcionarios públicos de primer nivel, pero no por ello quedan fuera los del resto de la pirámide burocrática, igual procedieron líderes sindicales, legisladores, magistrados y jueces, gobernadores, alcaldes, etcétera.
“Sin paz sostenible no hay progreso”, sentenció Juan Ramón de la Fuente en el marco de la recepción del informe del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y el veredicto es totalmente aplicable a México, donde no se ve ni se registra el crecimiento económico, el desarrollo y el bienestar social, el combate a la pobreza, pero si resentimos desde hace más de dos sexenios los estragos de la denomina “guerra al narco” detonada por Felipe Calderón para cubrirse de una legitimidad no alcanzada en las urnas y para acceder a las presiones de Estados Unidos de contener, controlar y administrar las miles de toneladas de estupefacientes para su insaciable mercado de adictos. Esta guerra subterránea, no abierta, pero si visible todos los días con un promedio a la fecha de 111 cadáveres diarios, dejo al cierre del sexenio del michoacano más de 121 mil víctimas, siguió con el priísta Enrique Peña Nieto, quien heredó más de 150 mil asesinatos y homicidios dolosos, y sigue en el régimen de la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador, con más de 30 mil asesinados hasta el cierre del pasado mes de agosto. El número total de bajas en esta conflagración supera ya los 300 mil ejecutados, más que cualquier guerra en el mundo en los últimos años.
Las vidas humanas son ya irrecuperables y se pierde la riqueza que aportarían a esta nación generaciones de jóvenes mexicanos hoy enterrados en cementerios, fosas clandestinas sembradas a campo abierto, o acabados totalmente en ácido o en barrancos y costas. Pero precisamente los desaparecidos, más de 40 mil hasta el corte de abril de este año y sin haberse actualizado a la fecha los registros, todavía se pueden encontrar, o al menos sus familias aún mantienen la esperanza de localizarlos, entre ellos los 43 normalistas de Ayotzinapa. A la fecha se han localizado más de 3 mil fosas clandestinas, con cerca de 5 mil cuerpos, muchos de ellos incompletos, cercenados, mutilados. Desde diciembre a la fecha se han ubicado 400 fosas con más de 200 cuerpos identificados plenamente y sólo 112 entregados a sus familiares, quienes ya tendrán una tumba en donde llorar a sus víctimas. El presupuesto para esta tarea se aumentará 200 millones de pesos para el año próximo, a los 400 millones de pesos destinados este 2019 a la Comisión Nacional de búsqueda. Sigue siendo poco ante la titánica tarea emprendida por las rastreadoras formadas entre las propias madres, esposas, hijas de los victimados.
Han sido cantidades fabulosas las entregadas a la recuperación de la seguridad, cada responsable -y los ha habido hasta por tres en cada sexenio- expone sus planes, pide recursos, y todo ha ido de mal en peor, no han logrado detener la ola delictiva, no se ha puesto freno alguno a la delincuencia, permanecen quienes componen la delincuencia organizada, sin cuello blanco, trabajando con gran éxito, logrando campeonatos en exportaciones y ventas, enriqueciéndose menos que aquellos integrantes del sistema bancario y de valores, en donde lavan su dinero y fortalecen sus cadenas de complicidades y, obviamente, perciben menores utilidades a las generadas por los narcomenudistas en Estados Unidos, principalmente, en donde también su sistema financiero hace todo lo necesario para el blanqueo de capitales.
Resultaría injusto culpar de todo lo ocurrido en el presente a Peña Nieto o a Calderón y sus fallidas estrategias, incluyendo la famosa y mortal “guerra al narco” decretada por el michoacano, porque existen antecedentes de cómo se fue permitiendo el crecimiento de las organizaciones delictivas, la formación de cárteles, la multiplicación de bandas dedicadas a las trata, al tráfico de órganos, al robo de autos y hasta al secuestro. Como bien se sabe, la llegada de Miguel de la Madrid a la Presidencia tuvo como primer encuentro las arcas vacías. Habló el entonces presidente de la nula posibilidad de importar, no se contaba con dólares e hizo gala de llamar hasta a los torneros para fabricar en sus pequeñas instalaciones todas las piezas requeridas, las refacciones de, por ejemplo, Pemex.
De repente todo cambio y nadie preguntó él porqué. Se dijo posteriormente había sido utilizado el dinero del narco para rescatar las finanzas públicas, hizo su aparición Rafael Caro Quintero, Félix Gallardo, Ernesto Fonseca. Se supo de la adquisición de inmuebles convertidos en hoteles por parte de este grupo fundador de los cárteles, patentaron el de Guadalajara. La estrategia se manejó desde la mismísima Sedena y se supo del primer plano de la República en el cual se asentaron los estados productores de mariguana y salieron a relucir los nombres de gobernadores y otras autoridades involucradas. Se llegó hasta la posición de la dirección Federal de Seguridad con José Antonio Zorrilla a la cabeza y las credenciales entregadas a diversos capos acreditándolos como miembros de la DFS.
Sin embargo, a Zorrilla por ese asunto no se le hizo ningún juicio o se abrió investigación. Se le privó de la libertad cuando lo señalaron como autor intelectual del asesinato de Manuel Buendía, lo cual, a decir de Rafael Loret de Mola, es falso porque, según afirma el periodista y escritor yucatec, lo visitó en el Reclusorio y éste le confesó solamente haber dado cumplimiento a órdenes de Manuel Barttlet. Es a partir de ese sexenio cuando surgen los cárteles, llegan quienes trabajaban en diferentes entidades a la decisión de unirse y reconocen a Félix Gallardo como su líder, adquiriendo éste la categoría del gran capo mexicano durante algún tiempo, mismo empleado en el adiestramiento de otros como el “Güero” Palma, o Amado Carrillo, o el propio Guzmán Loera, mientras Caro y Fonseca permanecían en prisión.
Durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari, los escándalos relacionados con éstos grupos todo apunta los llevaron a los nunca reconocidos arreglos. Raúl Salinas fue mencionado como operador y si forzamos la memoria ésta nos lleva a la visita de los Arellano Félix, ya convertidos en un fuerte cártel enemigo de los de Jalisco, a la nunciatura encabezada por Jerónimo Priggione. Jorge Carpizo fue informado de la presencia de los integrantes del Cártel Tijuana y de inmediato, según declaraciones de él mismo, se fue a Los Pinos para informarle al presidente y éste le ordenó no hacer nada, no realizar ninguna detención porque “el escándalo internacional sería brutal”. La extensión del permiso para trabajar con total impunidad y estar bien con Dios fue así otorgado, pero todo fue temporal.
El asesinato del Cardenal José de Jesús Posadas Ocampo abrió otra ventana por la cual se asomó totalmente la complicidad de las existentes mafias del narco con las autoridades. Se dijo y todavía no aceptan en el gobierno otra versión, los mafiosos confundieron al prelado con un enemigo narco y se encargaron de eliminarlo y llevarse el portafolio que entregaría a don Jerónimo, el cual contenía pruebas de estas relaciones gobierno-cárteles y se revelaban todos los nombres de los involucrados. El crimen de Luis Donaldo Colossio ha sido atribuido también a estos grupos bajo el argumento de no haber aceptado reunirse con ellos y menos trabajar de la forma en la que lo habían hecho durante los últimos dos sexenios presidenciales.
Ernesto Zedillo Ponce de León marcó sana distancia no solamente con el grupo priísta sino también con los capos y se les permitió trabajar con más garantías de no ser molestados ni con el pétalo de una rosa. Disminuyeron notablemente hasta casi desaparecer los decomisos de droga, las detenciones de narcos, los reportes, inclusive de inseguridad. Surgieron, ante tanta impunidad, los otros grupos, los de los secuestradores, la trata de blancas; los grados de inseguridad ciudadanos crecieron alarmantemente. El nacido en Tijuana ni se enteró, poco le importaba el renglón, y lo requerido primordialmente eran las buenas relaciones con el Ejército en donde dieron inicio los operativos para “taparle el ojo al macho”, como fue la instalación de retenes justo en las carreteras por las cuales poco circulaban vehículos cargados con droga.
Para la llegada de Vicente Fox, la estructura estaba creada y funcionando exitosamente, por lo tanto se aprovecharon algunas conexiones para captar no sólo simpatías sino fondos para la campaña presidencial y para muchas otras controladas por la señora de Los Pinos. Muchos tratos fueron revelador por personajes ligados a los grupos mafiosos y de entre ellos destacaron los realizados con el difunto Ramón Martín Huerta, quien falleciera al desplomarse el helicóptero en el cual viajaba acompañado de su equipo justo en las inmediaciones del Estado de México y al dirigirse al Penal por entonces llamado Almoloya. Basta recordar la espectacular fuga de Joaquín Guzmán Loera, del penal Puente Grande, evento del cual todavía se desconoce si realmente salió dentro del carrito de la ropa o por la puerta principal disfrazado de judicial federal. Presencia y acciones de los Zetas se fortalecieron y multiplicaron ocasionando el caos y la violencia de hoy en el norte del país, en las principales ciudades.
El arreglo foxista con el nacido en Badiguarato siguió vigente durante el sexenio de Felipe Calderón. El enfrentamiento entre los cárteles dejaba a su paso la revelación de protección total al Chapo, quedando fuera el resto. Llegó el llamado a la “guerra al narco”, cuando ya la policía federal se encontraba infiltrada, cuando nada se hizo al descubrirse la perforación de los ductos de Pemex. Genaro García Luna fue el sustituto en la operación narco—gobierno y, de nuevo, como no sucede cuando de trabajar para devolverle la seguridad a los ciudadano, fue un éxito. La burla llegó al grado de mostrarse el michoacano a bordo de una unidad del Ejército portando un uniforme que no era ni siquiera de su talla. Michoacán, Guerrero, Jalisco, Sinaloa y Morelos se ubicaron desde entonces como las entidades más inseguras y, como se tiene hasta el presente, la tierra del ex presidente resultó la cuna de las autodefensas.
Con este panorama resurge el mandato priísta y se enorgullecen de atrapar a Guzmán Loera y se entrecomilla cuando se les escapa y más cuando lo entregan a los EU. Las actividades violentas frente a la falta de estrategia adecuada, secundando la de Calderón, haciendo nombramientos en Seguridad a modo de lograr se mantuviera la operación de los cárteles a salvo y con la pretensión de quedar bien con todos, aunque en el fondo la protección brindada se extendiera a otros capos igualmente publicitados como es el caso del “Mayo” Zambada -aparecido inclusive en la portada de la revista Proceso concediéndole una amplia entrevista a Julio Scherer-, cuya impunidad en la 4a Transformación parece suficientemente garantizada sin que a cambio exista ni siquiera el compromiso de dejar de asesinar a quienes nada tienen que ver con estas actividades.
Anécdotas entre uno y otro sexenio pueden encontrarse por miles. Formas de aprehensión, extradiciones, etcétera, son también fáciles de rastrear. Sin embargo, ello no ha significado una disminución aunque fuese mínima del consumo de estupefacientes en mercados como el estadounidense y recientemente el europeo, sino todo lo contrario, ha aumentado tan considerablemente como el número de víctimas de una estrategia más totalmente fallida y temible al estar basada en el perdón, el olvido, con sellos para denostar a los traficantes con un simple “guácala, fuchi” y un tierno recordatorio de madre.
El número de cadáveres sembrados durante los mandatos mencionados merece juicios en Cortes Internacionales al cubrir los requisitos para catalogarlos de Lessa Humanidad, sin embargo no se hace una sola festinó y la razón es fácil del encontrar: al multiplicarse el número, ya en estos momentos quienes tienen la responsabilidad podrían ser señalados de igual forma. Tampoco se actúa dentro del sistema financiero para atacar propiedades, empresas, seguir las huellas del blanqueo de dinero. Ni se hace aquí como tampoco en las tierras del gobierno demandante reacciones radicales en contra del tráfico de droga. Así pues, el “cochinero” heredado tiene visos de seguir apropiándose del país, de mantener índices de crecimiento envidiables y de mantenernos en el terror ahora aderezado con las cuestiones fiscales.
ADMITE SHEINBAUM: FALTA MUCHO POR HACER EN SEGURIDAD
Este martes, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien suma 286 días administrando la capital del país, rindió su primer informe de gobierno en el Congreso local, con la seguridad pública como su gran pendiente, con tasas históricas de homicidios dolosos, entre otros delitos, los cuales se han incrementado peligrosamente en esta gestión. También enfrenta la presión del poder judicial para declarar la alerta de Violencia de Género contra la Mujeres en esta metrópoli, a la cual se resiste al considerarla infuncional y apuesta por otras acciones.
Frente a Olga Sánchez Cordero, titular de Segob, quien asistió con la representación del presidente Andrés Manuel López Obrador; Jesús Orta, de la Secretaría de Seguridad; la procuradora local Ernestina Godoy; la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez; y el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, los grupos parlamentarios del Congreso local destacaron y lamentaron la inseguridad en la CDMX y el incremento de los delitos, y cuestionaron la estrategia implementada hasta el momento.
Guillermo Lerdo de Tejada, del PRI, indicó en los últimos años la ciudad se ha convertido en una barbarie. El homicidio está en su máximo histórico al igual que el robo a negocios y el narcomenudeo no ha dejado de crecer, dijo el legislador, quien agregó es inaceptable ser indiferente a las agresiones a las mujeres. El panista Christian von Roehrich acusó hay más impunidad, pues cada vez hay más delitos y menos detenidos. Urgió a la jefa de Gobierno a tomar acciones contundentes, pues no puede “perder más el tiempo”.
Fernando Aboitiz, de Encuentro Social, coincidió: la asignatura pendiente en la capital es la seguridad y pidió a la jefa de gobierno redoblar el trabajo para lograr la tranquilidad. Teresa Ramos del PVEM, reforzó esa posición y aseguró debe hacerse un “examen exhaustivo” de las estrategias para tomar las mejores decisiones en la materia. Lizette Clavel, del PT, coincidió en el tema de seguridad como el pendiente de la Ciudad.
Ricardo Ruiz, de Morena, defendió la gestión de Sheinbaum y justificó apenas van 9 meses y se están sentando las bases fundamentales. Reprochó por qué no se cuestionaba a la administración anterior y no se planteó había inseguridad y cifras de delitos “maquilladas”. Ante los embates de la oposición, sostuvo: el cambio en la Ciudad de México “no tiene reversa y vamos a caminar de manera firme en las transformaciones que se requieren”.
Andrés Atayde, presidente del PAN capitalino, cuestionó la actual política de seguridad y aseguró el gobierno de Sheinbaum se ha visto rebasado. “Cuando dicen “es que los problemas nos los heredaron”, suponiendo sin conceder. Entiendo que cuando cualquier gobierno entra, hay una curva de aprendizaje y para ser una Oposición seria, hay que darle tiempo, pero ya llevamos más de nueve meses”, indicó el dirigente panista.
Especialistas como Juan Salgado, del World Justice Proyect, destacaron la gravedad de un amento delincuencial, con mayor violencia y la importancia de que en la ciudad no se emita la Alerta de Género pese a las violaciones, abusos y feminicidios. “… el hecho de llamar a la Guardia Nacional para hacer patrullajes, no es suficiente, tiene que haber un fortalecimiento de competencias, de la Policía de la Ciudad de México”, dijo el experto. Si bien se requiere tiempo para dar resultados, Luis Wertman, de la organización Impulso y Confianza Ciudadana, destacó es urgente generar resultados en el corto y mediano plazo.
Sobre su resistencia a emitir la alerta de género, pese a un amparo dado a conocer ayer, Sheinbaum señaló no se opone a la alerta, pero insistió considerar que no funciona. Defendió sus anuncios para inhibir la violencia de género, apuntó la creación de una Red de Mujeres y Red de Abogados que bridan acompañamiento y asesoría jurídica par alas mujeres víctimas de violencia.
ESTE MIÉRCOLES, REUNIÓN DE PADRES DE LOS 43 CON EL FISCAL
Durante su conferencia de prensa mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó este miércoles se realizará la reunión entre los padres de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa con la Fiscalía General de la República (FGR). El tabasqueño, quien fungirá como testigo de la reunión, señaló su gobierno ya presentó sendas quejas ante el Poder Judicial y la FGR por la liberación de detenidos involucrados en las investigaciones por la desaparición de los normalistas desaparecidos en 2014. Funcionarios de los poderes Ejecutivo y Judicial, así como de la FGR, dijo, analizaran este martes las liberaciones de decenas de acusados por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. “Ya la FGR ha presentado denuncias, abrió investigación, para ser más precisos y están dispuestos a revisar el procedimiento, de acuerdo a sus facultades”, señaló el mandatario.
La liberación de 24 policías municipales de Iguala, Huitzuco y Cocula, por el juez de Distrito de Matamoros, Tamaulipas , ocurrida este fin de semana, fue calificada como un grave retroceso y un golpe para el movimiento por padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal rural de Ayotizinapa. Consideraron si bien el gobierno de AMLO ya hizo la parte que le corresponde, instituciones como el Ejército Mexicano, la Marina, la Fiscalía General de la República no han avanzado en la investigación.
A escasos días del quinto aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes, la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso apura reuniones con funcionario y ex funcionarios de diversos niveles de gobierno. En la Secretaría de Gobernación, los integrantes de la comisión se reunieron con el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, y el ex fiscal del Estado, Iñaki Blanco. Esta semana también sostendrán una reunión con la plana mayor de las Fuerzas Armadas, informó Alejandro Encinas, quien preside la comisión presidencial.
Melitón Ortega, uno de los voceros de los padres de familia, recordó “siempre le dieron largas al asunto”. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, dijo, se ocultó toda la información respecto a la tortura y las pruebas, que hoy están haciendo estragos. “La Comisión Nacional de Derechos Humanos nunca ofreció ningún dato o denuncia”, señaló. Desde el principio, añadió, se señaló a la entonces Procuraduría General de la República que había irregularidades en el proceso de los detenidos y ahora liberados.
A través de varias radiodifusoras de la capital de Guerrero, reclamaron que el gobierno federal no haga nada por impedir se continúe liberado a los implicados en la desaparición de los normalistas.
DE LOS PASILLOS
Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, aseguró en la capital del país habrá Alerta de Género antes del 30 de septiembre, porque hay determinación jurisdiccional que así lo ordena. Sostuvo la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, dependiente de la Secretaría de Gobernación, deberá acatar la orden del juez quien otorgó un amparo a las organizaciones Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria y Justicia Pro Persona, de hacer la declaratoria correspondiente…
Ricardo Sheffield, titular de Profeco, descartó que el alza en el crudo por los ataques a refinerías de Arabia Saudita pueda provocar suban los precios de las gasolinas en México. “El presidente hizo el compromiso público de mantener la estabilidad en los precios de los combustibles”, destacó el funcionario quien explicó: “Hay un mercado internacional de petróleo, pero a través de Hacienda y Pemex tenemos un esquema donde se manejan alzas y bajas en el IEPS y subsidio a los combustibles por lo que prevemos estabilidad en el mercado”.
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