Por Mouris Salloum George*
Desde Filomeno Mata 8
De diversas fuentes preocupadas por los problemas de Salud Pública y medios interesados en divulgación de la Ciencia, recogemos resultados de investigaciones que nos informan sobre mil formas de morir y las maneras de evitarlo.
Primer aviso: El azúcar suele camuflarse en muchos alimentos de nuestra dieta cotidiana, por lo que la consumimos sin saber cuán perjudicial resulta para nuestro organismo.
Cinco efectos comunes del consumo azucarado: Empeora el rendimiento del cerebro: Así lo asegura el endocrinólogo Robert Lustig, quien afirma que los procesos de memorización y aprendizaje tienden lentificarse en quienes consumen azúcar.
Acelera el envejecimiento: Disminuye la reparación del colágeno, la proteína que proporciona un aspecto saludable y juvenil a la piel.
Aumento de peso: El exceso de fructuosa y glucosa se transforma en grasa en el hígado, lo que acrecienta los riesgos de obesidad y de diabetes tipo 2.
Crea adicción: Consumir azúcar conduce a la liberación de dopamina, el neurotransmisor que provoca querer más de la sustancia que produce placer; una sensación transitoria pero repetida.
Baja la energía: Si bien el consumo de glucosa, causa una sensación de energía, hay que tener en cuenta que esto es un efecto breve, pues seguido viene la “caída”, causando un gran agotamiento.
Salvo el infarto fulminante, esos diagnósticos, no tratados oportuna y profesionalmente, pavimentan el atajo a la tumba.
Trasnacionales, muy cumplidoras en su país; aquí, toleradas
La acotación pertinente: Las trasnacionales de los alimentos suelen en sus países de origen someterse a las leyes que regulan ese mercado. En los países de acogida, hacen lo que les da su regalada gana, siempre con la complicidad de las autoridades del ramo; más que las de Salud, las de Economía, como en México.
Una de las constantes de investigadores mexicanos en la materia, es la demanda de que los riesgos para la salud queden debidamente advertidos en el etiquetado de los productos procesados, algunos caracterizados como comida chatarra, y las bebidas saborizadas con edulcorantes.
La exigencia no es nueva, pero la LXIV Legislatura federal, particularmente la Cámara de Diputado, ha tomado nota y ha propuesto reforma a la Ley de Salud. No lo hiciera. Ex funcionarios de los gobiernos neoliberales han sido contratados por los hombres de negocios para cabildear en el gabinete a fin de que se bloquee la iniciativa, ya aprobada por la Comisión de Salud.
Vamos a saber de qué está hecha la cuarta transformación
Fracasadas sus tentativas en San Lázaro, los cabilderos acudieron a la Secretaría de Gobernación, advirtiendo que, de aprobar el pleno el dictamen, en automático la Secretaría de Hacienda considerará introducir en la Ley de Ingresos 2020 la cláusula correspondiente referida a los Impuestos Especiales.
Es a lo que temen el Consejo Coordinador Empresarial y el cártel que se parapeta en el membrete de Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo.
No es cuestión fiscal, sin embargo. Es problema de Salud Pública: Para otros productos y artículos de consumo ese gravamen se ha legislado y ejercido: El único resultado es el incremento de los precios y el aumento de víctimas mortales.
Veremos de qué están hechos los legisladores y los secretarios encargados de despacho, en cuyas manos está la vida de los mexicanos. Vale.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.