Por Arturo Sandoval
“Si oyes que alguien quiere suicidarse, seguro lo hará” Alfredo Lamont Jr. Excélsior.
Estás deprimida, muy, muy triste. Decepcionada de todo, de ti, de la escuela, de tus cuates, incluso de tus padres.
Crees que nadie te quiere o eres un estorbo para todos; ¡espera!… no jales el gatillo, no tomes esas pastillas, no cortes tus brazos; ¡espera por favor!. Antes de hacerlo háblame hijita, dame la oportunidad de verte para hablar conmigo. Abre tu puerta, prometo dejarte hablar, yo sólo escucharé. No opinaré, sólo oiré tus razones, tus puntos de vista, tus reclamos, tus decepciones. Por vida de Dios, ¡espera! No termines con tu vida, no conocerás los muchos momentos felices en tu futuro; quizás tus hijos, quizás el amor de tu vida está a unos meses o a la vuelta de la esquina. Si hicimos algo en tu contra, por favor, te pediremos perdón y las cosas cambiaran; sólo no te suicides, no lo hagas, danos la oportunidad de ser parte de tu futuro y mejorarlo cada día.
Recuerda el vídeo de tu nacimiento, el llanto de alegría de tu madre y yo, cuando tu pequeña mano no alcanzaba a rodear mi meñique. Por favor, tú puedes vivir esto, tienes que vivirlo y conocer la felicidad de tener una hija o hijo si lo deseas. Nada es igual ni más feliz que esto. Nada es igual ni más tiste que perderte.
La puerta se abrió, la niña de 17 años bañada en llanto abrazó a sus padres; durante más de dos horas la escucharon, ellos en silencio, sin opinar, sin juzgar, sin criticar; sólo oyendo a su pequeña hija con quien no conversaban mucho tiempo atrás a pesar de vivir en la misma casa.
El revólver calibre 38 del papá, en la cama de la adolescente, nunca se usó.
La niña habló y habló. Varias veces los papás cruzaron miradas con mensaje de “cómo no nos dimos cuenta”. Las relaciones sexuales con dos compañeros, las tres pedas con sus amigas, los churros que se fumó, la golpiza en la escuela, de su aborto del que nadie se enteró. Todo lo sacó poco a poco. Sólo quería que la escucharan, que la abrazaran y sucedió así. La conducta de los tres cambió por medio de una comunicación permanente, definiendo los límites pero sin perder la confianza para hablar de cualquier tema. ¡Carajo!, para eso es la familia.
Hoy, la niña dejó de serlo y festeja con su familia su doctorado en Historia. Su esposo la abraza y cargan a los dos hijos de ambos. Sus padres los ven y no paran de llorar de felicidad. Ella se les acerca, los abraza y les dice: “gracias papitos por escucharme, por su ayuda estamos aquí”
NOTA: así es… otros no llegan.
Los adolescentes la población más vulnerable al suicidio
https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/unam-presenta-protocolo-de-prevencion-del-suicidio
https://www.uam.mx/lineauam/lineauam_dep01.htm
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-del-hospital-general-325-articulo-el-suicidio-adolescentes-X0185106313687322
ATENCIÓN:
https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-suicidas