HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
¿En manos de quién esta la justicia mexicana? Un presunto delincuente despachó durante más de tres años, cómo uno de los 11 ministros que integran la Suprema Corte de Justicia. ¡imagínese! Así nunca se acabará la violencia en México, los delincuentes cuentan con protección como la que les dio este personaje que desde el sexenio de Felipe Calderón se dedicó a vender impunidad para los poderosos.
¿Quiénes son los padres de la criatura? Primero, Enrique Peña Nieto quien desde Los Pinos lo propuso para protegerse de los excesos en su sexenio, segundo, Emilio Gamboa Patrón, que por instrucciones del primero, negocio en la legislatura pasada con algunos de sus pares para sacar adelante el nombramiento de este siniestro individuo, ahora en problemas muy serios con la justicia mexicana y con la inglesa.
No hay que olvidar que la propuesta de Peña Nieto a favor del ex –procurador y ex –director del Cisen, sin cartas credenciales en materia jurídica, fue sacada en el Senado, por el entonces coordinador de los senadores priistas, Gamboa Patrón a pesar de no contar con los méritos suficientes para ocupar un lugar en la Corte y de la cuestionada propuesta presidencial. Gamboa hoy vive tranquilo en Miami, con su novia en turno, una ex –senadora chihuahuense.
Me queda claro que en México los políticos cuando están en el poder, hacen todo para evitar que al final de su gestión sean enjuiciados, para garantizar su impunidad; así lo pensó Peña Nieto, al promover a un abogado mediano para que lo defendiera de sus tropelías, no sabremos si le alcanzará, porque Peña Nieto pronto podría ser citado para comparecer ante la autoridad.
Sin embargo, si como dicen, a Medina Mora le advirtieron que renunciará o se iba a la cárcel junto con algunos miembros de su familia, entonces estamos ante un nuevo caso de impunidad que pone en muy seria predicación los principios anticorrupción del gobierno de la 4ª Transformación, ¿No cree usted?
Medina Mora debe ir a la cárcel y se acabó, no se puede andar con medias tintas, el señor aprovechó su cargo para proteger a delincuentes, por lo tanto es un delincuente y como tal debe ser juzgado, lo contario, en este país nunca viviremos en un estado de derecho.
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Débil se vio nuevamente el gobierno de la Ciudad de México ante el desafió que le presentaron las mafias que controlan a las organizaciones de taxistas, que mediante chantajes, quieren que nadie les haga sombra, en una época en que la competencia es vital para que los ciudadanos tengamos un servicio a la altura de las circunstancias. Los taxistas cobran más que las aplicaciones y sus vehículos están en las peores condiciones por eso no pueden competir…Mal inicio el de Javier García Farfuch, quien como estrategia considera que para abatir a la delincuencia hay que meter a la cárcel a más delincuentes, si su papá viviera, le diría, “ay hijo no seas pendejo”.
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