La vida como es…
De Octavio Raziel
Ni son todos los que están, ni están todos los que son. Desgraciadamente, algunos choferes de los “libres” se han ganado a pulso una mala fama de violadores, asaltantes, secuestradores, agresores sin compasión; los sitios y radio-taxis han dejado de existir al negarse a pagar el “derecho de piso” a extorsionadores, mafias de intocables.
Hay, sí, mucha gente honesta, honrada y trabajadora; pero inocentes pagan por pecadores, El movimiento de los servicios de taxi, sólo favorecerá a los Uber y similares. Mientras tanto, me niego a abordar un auto de alquiler en cualquier calle y a la hora que sea.