Redacción MX Político.- El operativo militar desplegado para capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, y que detonó la violencia en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, se ejecutó sin el conocimiento y la aprobación previa del gabinete de seguridad, confirmaron el secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval y el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño.
En conferencia de prensa celebrada en la capital sinaloense, en la que también estuvieron presentes el secretario de la Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, y el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, así como el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, reconocieron, además, que dicho operativo fue precipitado, improvisado y deficiente.
“Con el afán de obtener resultados, el personal militar omitió la aprobación del gabinete de seguridad y actuó con precipitación, sin la orden de cateo que debía otorgar un juez, amén de desestimar el poder de convocatoria y la capacidad de respuesta del grupo agresor”, afirmó el general Sandoval, según informó apro.
Y añadió que por dichos errores la dependencia a su cargo realizará una investigación para deslindar responsabilidades.
Según la relatoría de hechos que hicieron Durazo Montaño y el secretario de la Defensa, que difiere del reporte que dieron ayer, el operativo desplegado en el fraccionamiento Tres Ríos tenía el propósito de capturar a Ovidio Guzmán, en cumplimiento de una petición de extradición hecha por el gobierno estadunidense desde septiembre de 2018.
En dicho operativo, refirieron, participaron entre 30 y 35 elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, así como un Agente del Ministerio Público Federal. A las dos de la tarde con 45 minutos aproximadamente, los uniformados rodearon la residencia en donde se encontraba Ovidio y tres personas más.
Mientras las fuerzas federales esperaban la orden de cateo expedida por un juez, los ocupantes del inmueble se percataron de que iban por ellos por lo que comenzaron a disparar. Los uniformados decidieron entonces ingresar a la casa.
Según Durazo, los militares tomaron el control de la vivienda en un principio, pero al demorarse más de la cuenta la orden de cateo, comenzaron a llegar grupos de sicarios que superaban en número a las fuerzas del orden y a provocar desmanes en otras zonas de la ciudad, por lo que el gabinete de seguridad dio la orden al comando militar de emprender la retirada.
jvg