Astrolabio Político
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Donde la esperanza no existe, no puede existir el esfuerzo.” – Samuel Johnson.
La guerra que se cruza en Morena por el control del instituto político comienza a dar muestras de una guerra fratricida en la que no importa acabar con el camarada, sino alzarse simplemente con la victoria, que, de paso al control del partido, para con ello, mantener el manejo financiero del mismo.
Mil 600 millones de pesos en prerrogativas, sumadas a las prerrogativas estatales, al negocio que representa el monopolio de la designación de candidaturas hace que el control político del partido en el poder sea un jugoso negocio para un grupo radical.
Postular a 300 diputados federales en 2021, 13 gubernaturas y además de miles de candidaturas a regidurías y alcandías, lo vuelve en el botín que esta banda –remedo de Alí Babá y los 40 ladrones- pretende tomar.
Convertidos en una nomenclatura, esta camarilla ha sido expuesta a la luz de la sociedad que comienza a ver con reserva y recelo su proceder.
Y es que los principios rectores de Morena fundados bajo la visión López Obradorista de cómo hacer política se han suplido por las antiguas practicas empleadas por otros institutos políticos, sumamente cuestionados.
La denuncia que realiza Alejandro Rojas Díaz Durán desde el principio de su cruzada por alcanzar la dirigencia del partido político en el poder, fue y ha sido exhibir y señalar estás malas prácticas adoptadas por la actual dirigencia.
El mensaje es claro, están contraviniendo el principal proyecto de la Cuarta Transformación, que es el dar continuidad a lo logrado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, al alcanzar el triunfo electoral del 2018.
No está en juego la disputa por la dirigencia de Morena como muchos piensan, el asunto es más de fondo insiste Rojas Díaz Durán al conversar con este reportero, pues en el fondo lo verdaderamente en disputa es mantener la viabilidad y continuidad del proyecto del presidente López Obrador. https://www.facebook.com/Ventanaver/videos/1221999958011170/?v=1221999958011170
Es evidente que en 2021 el reto será mayúsculo; la disputa por mantener el control de la Cámara de Diputados será la joya de la corona, pues si esto no se logra, adiós a la intensión de continuidad al proyecto López Obradorista.
Una de las cosas es abrir el padrón de militantes y con esto sumar a más seguidores de los que en su momento los postularon, volviendo a la gente, quienes dieron su confianza en un cambio verdadero.
Y es que afirma, que estos “topos” –miopes por lo ciegos que son- han mantenido una política excluyente que ha dado la espalda a todos esos líderes y dirigentes que en su momento los hicieron ganar.
Ahora bien, “es claro que algunos de los que hoy tienen metidos el cuerpo y hasta las patas” están pensando solo en sus intereses, pero lo bueno de todo, es que ya los tenemos identificados afirmó Rojas Díaz Durán.
Bien apuntan quienes afirman que este miércoles será crucial para la elección de Morena, pues será la fecha que el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF) habrá de tener para darle la razón al propio Alejandro Rojas Diáz Durán, y con ello se deberá abrir la afiliación para todas y todos en Morena.
De alcanzar esta nueva victoria, se convertirá en el verdadero “Caballo Negro” del presidente López Obrador, como afirma el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos de Los Protagonistas del Cambio Verdadero.
Si resulta ser cierto que el ex Coordinador de Asesores y Suplente de Ricardo Monreal, es la pieza que trae por la libre —fiel a su estilo— para darle jaque mate a la Nomenclatura de su movimiento para que no se lo echen a perder y no pongan en riesgo la mayoría que necesita en el 2021 en la Cámara de Diputados para continuar con la 4T.
Todo parece indicar que nuevamente Alejandro Rojas habrá de tirar la designación en Tribunales, de ser así menuda zarandeada le habrá de dar a los radicales que pretenden convertir a Morena en botín de sus bajas ambiciones.
Al tiempo.
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