Colaboración Exclusiva
Por Mouris Salloum George*
Desde Filomeno Mata 8
No es cosa de recordar ahora que detractores de Ernesto Zedillo Ponce de León circularon la aviesa versión de que llegó a aparecer en el directorio del corporativo Kimberly Clark México, después de haber abandonado Los Pinos. No es nuestra tarea remover polvos de aquellos lodos.
Es más conveniente recordar que, en mayo pasado, el hombre fuerte de esa firma, don Claudio X. González, anuncio la disposición socios y consejo de administración de invertir 8 500 mil millones de dólares.
Vale el antecedente, porque hace unas horas, el director general de Kimberly, Pablo González Guajardo, declaró que la empresa suspendería nuevas inversiones. Se estremecieron las columnas de las secciones de Economía y Finanzas de medios impresos y electrónicos.
No se desvanecía la tolvanera, cuando un segundo comunicado atajó a González Guajardo: Kimberly moverá inversiones por tres mil millones de pesos.
Los que ingenuamente se quedaron colgados de la brocha
De acuerdo con algunas versiones periodísticas, el primer anuncio se explicaría por el desacuerdo de socios del corporativo citado con las políticas puestas en marcha por el gobierno de la cuarta transformación.
Ese es el punto: No faltan aquellos que ven caballo ensillado, y se les antoja viaje.
Entre los que se pusieron a lomo del cuadrúpedo, está el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gustavo de Hoyos, quien desperdicia toda oportunidad de mantener la boca cerrada. Ya se sabe qué calle busca: Acaso el retorno a la de Molino del Rey, viejo sendero a Los Pinos.
El bajacaliforniano, que anda construyendo estructuras paralelas a las del sindicato patronal con fines más que sabidos, proclamó con júbilo todo el respaldo a la declaración de González Guajardo, después desmentida.
No sólo Gustavo de Hoyos se quedó colgado de la brocha. Compañeros de viaje no digieren aún la puntual aclaración, con el añadido del presupuesto para nuevas inversiones.
Sólo un dictamen de la conseja popular: Donde manda capitán, no gobierna marinero. Vale.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.