Redacción MX Político.- Si el Senado de la República la elige como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra dice que trabajará para poder entregarle a su madre la medalla al mérito cívico Belisario Domínguez, que le dejó en custodia al presidente Andrés Manuel López Obrador, para que se la regresara cuando fuera resuelto el problema de los desaparecidos.
Luego de ser aprobada en la terna final para ocupar el puesto por los próximos cinco años, la hija de doña Rosario Ibarra se desmarcó por completo de Andrés Manuel López Obrador, pues si bien el año pasado fue candidata a diputada federal por Morena, ahora su compromiso con la verdad y la justicia está por encima de cualquier filia, según reporte de apro.
Por respeto a los desaparecidos, entre los que se encuentra su hermano Jesús, y por la lucha de cuatro décadas del Comité Eureka, está dispuesta a enfrentar a cualquier autoridad, incluso la presidencial, para conseguir que finalmente en México sean defendidos los derechos humanos, no como ha ocurrido en estos años, en que el tema ha sido una farsa auspiciada desde el oficialismo, según acusa.
“Yo no traicionaría a mis compañeros de lucha, ni a ningún otro de los colectivos, o cualquier otro ciudadano que esté luchando por sus derechos, si ese derecho fuera violentado. Yo primero pongo siempre la memoria de mi hermano”.
“También tengo presente siempre la responsabilidad de ser hija de quién soy, para no manchar una lucha de cuatro décadas. No traicionaré a mis compañeros desaparecidos por quedar bien con alguna autoridad. Eso no. Y el presidente Andrés Manuel lo sabe”, afirma en entrevista.
En su plan para conducir el organismo autónomo, considera necesario dotarlo de dientes, pues hasta ahora las recomendaciones que emite sólo son de ornamento, ya que son sistemáticamente ignoradas por sus destinatarios.
“Hay qué hacer un análisis profundo de sus alcances jurídicos, y para eso ya me estoy documentando. No es un secreto decir que el país es un desastre en derechos humanos, hay una crisis humanitaria. La experiencia con los gobiernos anteriores dice que si se le da una recomendación a un funcionario corrupto que tiene impunidad va a escuchar la recomendación sin reconocer su falta”, dice.
Dejar la simulación
El pasado 23 de octubre el Senado de la República organizó una celebración para entregar a la activista Rosario Ibarra de Piedra la medalla Belisario Domínguez, el más alto honor que el Estado Mexicano otorga a los mexicanos que destacan por ciencia o virtud en grado eminente como servidores a la patria o a la humanidad.
Por orden médica, doña Rosario ya no hace apariciones en público. Por eso acudieron, en su representación, sus hijas Rosario y Claudia, quienes luego de expresar un mensaje en nombre de la galardonada le entregaron al presidente Andrés Manuel López Obrador la medalla del reconocimiento.
Claudia leyó, a nombre de su madre: “No quiero que mi lucha quede inconclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos hijos y familiares y con la cereza de que la justicia los ha protegido con velo protector”.
Ahora que se presenta como aspirante a presidir la CNDH, Rosario hija dice que se esforzará todo lo humanamente posible por hacer que su madre tenga de vuelta la presea aunque, si no lo consigue, no significa que su trabajo haya fracasado, aclara, pues la labor es ardua, e implica sobreponerse a un atraso de décadas en los que el tema fue olvidado.