Enrique Serna
Noticias Mx.- Los manifiestos yerros de la 4T en materia de seguridad, que se han querido hacer ver cómo aciertos, y tras el consecuente incremento en los niveles de criminalidad; los argumentos críticos sobre el gobierno mexicano empezaron a rebasar fronteras, y en el vecino del Norte el tema ya motivó opiniones entre personajes políticos.
Luego del asesinato de nueve integrantes de la familia LeBarón en el norte del país, el propio presidente, Donald Trump se dijo listo para ayudar a López Obrador en lo que calificó como guerra contra los cárteles de la droga; sobre su homólogo se refirió como “su nuevo gran presidente”. Algunas voces vaticinan cierta presión de la Casa Blanca sobre Palacio Nacional y consideran que el magnate ve una puerta abierta para que fuerzas estadounidenses entren a territorio mexicano.
Incluso, John Ackerman, uno de los más fieles seguidores del tabasqueño, cree que es una oferta peligrosa. Pero preocupa que frente a algunos designios del mandatario vecino, AMLO ha ofrecido una oposición francamente tibia, y en ocasiones pareciera, sumisa.
En plena efervescencia antimexicana en la Unión Americana, impulsada desde Washington; la situación de nuestro país parece jugar de nuevo a favor de Trump rumbo a una eventual reelección, pues revive y da mayor relevancia a uno de sus postulados de campaña, la construcción del muro fronterizo.
Por su parte, el Senador por Arkansas, Tom Cotton, a quien se considera una de las figuras de mayor influencia en el ala conservadora de la Cámara Alta; dijo que si el gobierno mexicano no puede proteger a ciudadanos estadounidenses en México, entonces Estados Unidos tendrá que tomar el asunto un sus manos.
En una entrevista televisiva, el legislador criticó severamente la estrategia basada en el dicho “abrazos, no balazos”, que cada mañana marca la directriz en el proceder del gabinete de seguridad de la 4T.
“El Presidente López Obrador llegó al cargo hace casi un año diciendo que su estrategia para lidiar con los cárteles iba a ser más abrazos, no balazos. Tal vez eso funcione en un cuento de hadas para niños, pero en el mundo real cuando tres mujeres estadounidenses y seis niños estadounidenses fueron baleados y quemados vivos, lo único que puede contrarrestar las balas son más balas, y más grandes”, sentenció el político.
Para Cotton es claro que la amigable administración lopezobradorista no puede manejar el asunto y que su actitud se compara a la de jefes de Estado que rehuyen a confrontar dictadores o grupos terroristas, lo que da muestras de debilidad y ocasiona que los delincuentes vayan contra inocentes.
“Ciertamente podemos defender a ciudadanos estadounidenses en México si México no está dispuesto o no es capaz de hacerlo”, sentenció en coincidencia con Trump.
Ante todo ello conviene recordar que hace apenas unos días el presidente Andrés Manuel, como el mismo dice: “movió el avispero”, al advertir que no existen las condiciones para un golpe de estado; pero así como otro dicho aconseja tener cuidado con lo que se dice o se piensa pues se puede conceder; ojalá que al natural de Macuspana no se le conceda ser víctima de impulsos golpistas, eventualmente orquestados allende el Río Bravo; la intervención en la vida política de muchos países, es ya una característica histórica de Estados Unidos.
En tanto, ya entrada la 4T, a pocos días de cumplir su primero de seis años, los índices delictivos y la percepción de inseguridad no descienden y hasta el momento; los abrazos, las acusaciones con las madres de los delincuentes y en general, la paz de López Obrador, ha dejado vilipendiadas a las Fuerzas Armadas y más muertos que la guerra de Calderón, o la de Peña. Aunque después de Culiacán se quiera hacer creer que se privilegia la vida.