Redacción, Noticias MX. – Los gobernantes no deben abonar bajo ninguna circunstancia a la rabia contra los periodistas, porque de lo contrario se multiplica y sobra quien se sienta legitimado para seguir derramando sangre, subrayó Griselda Triana, viuda del periodista Javier Valdez, asesinado en mayo de 2017.
Los periodistas, expuso, no son los responsables de la violencia que se vive, y asesinarlos por su profesión en un país que presume de democrático no se debe permitir jamás.
“¡Su cuerpo ya estaba medio cubierto con una manta azul, un sombrero que le regale cubría parte de su rostro. Desde ese día me he reclamado no haberme acurrucado junto a él y sentir por última vez la tibieza de su piel!”, expresó.
En la mesa “La matanza de periodistas mexicanos” del segundo día de trabajos de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (Colpin), apuntó que Artículo 19 ha documentado 131 asesinatos de periodistas en México por una posible relación con su labor profesional de 2000 a la fecha.
Griselda Triana recordó que el asesinato de su esposo ocurrió durante el periodo del expresidente Enrique Peña Nieto que culminó con crímenes contra 47 periodistas, y en lo que va del gobierno actual se han documentado 11 casos.
Advirtió que esas cifras evidencian que las agresiones y violaciones contra periodistas, lejos de disminuir, siguen creciendo. “Es como si desde el poder se brindará todas las facilidades para criminalizar, estigmatizar y permitir la violencia contra periodistas”, manifestó.
Ante periodistas de Latinoamérica, lamentó que México sea uno de los más letales para el ejercicio periodístico, lo que debe ser motivo de “vergüenza” para el Estado mexicano porque exhibe la falta de voluntad, capacidad y respuesta de sus instituciones para prevenir y evitar los asesinatos y también para impartir justicia.
La viuda de Valdez deploró que 90 por ciento de los asesinatos sigan impunes y no llegue la justicia, “la mayoría de los asesinatos de periodistas relacionados con su labor profesional siguen impunes”.
Dijo que su esposo -quien recibió premios internacionales por sus investigaciones sobre el narcotráfico-, fue asesinado casi de manera instantánea, pero muchos de sus colegas no, “está documentado que en muchos caso los han desaparecido, torturado, destazado, incinerado y muchas atrocidades más y me pregunto el por qué”.
JAM