Inexistentes casos de cáncer y enfermedades de la piel provocados por aguas del Río Sonora, aclara una ONG de la entidad.
Redacción MX Político.- Una reiterada demanda de organizaciones civiles del estado de Sonora, derivada de un accidente industrial generado en 2014 en la planta de aprovechamiento cuprífero, Buenavista del Cobre, en Cananea, Sonora, se ha revivido en fechas recientes, al estarse usando el lamentable accidente como causa de presión económica y política, por parte de organizaciones de las llamadas No Gubernamentales.
El accidente aludido se presentó el 6 de julio de 2014, cuando la planta de cobre vertió al cauce del río 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado, a lo que el consorcio propietario Grupo México, propiedad de Germán Larrea, argumentó desde el primer momento que se trató de accidente, de un acto involuntario por lo que se asumía la responsabilidad de los daños contra la ecología y de carácter humano que se llegaran a contabilizar.
El corporativo estableció un fondo en calidad de Fideicomiso para reparar los posibles daños, anunciado originalmente en 2 mil millones de pesos y al que se le identifica como Fideicomiso Río Sonora.
Diferentes grupos que se identifican como representantes de las poblaciones afectadas, como el llamado “Comité de Cuencas del Río Sonora”, han reactivado la demanda de que haya consecuencias jurídicas contra el consoricio y contra los propietarios, la familia Larrea, porque los daños a la salud de los pobladores siguen detectándose al paso de los años.
Han denunciado que en los ocho municipios sonorenses perjudicados: Bacanuchi, Arizpe, Huépac, Banámichi, Aconchi, Baviácora, San Felipe y Ures, niños y adolescentes que hoy tienen entre ocho y 14 años fueron sometidos a análisis en laboratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y privados, cuyos resultados muestran que tienen en sus organismos metales pesados bioacumulables y que sus niveles de plomo son superiores a 10 microgramos por decilitro de sangre, lo que excede el límite permitido.
Que esas condiciones han propiciado el desarrollo de problemas vinculados a la leucemia, cáncer en órganos y enfermedades de la piel.
También han argumentado los dirigentes del Comité de Cuencas del Río Sonora, que se han tenido que costear sus gastos en atención médica en diversos lugares, hasta en los Estados Unidos, debido a que el Fideicomiso Río Sonora cerró al haber ya aportado el 60% de sus recursos comprometidos, lo equivalente a mil doscientos millones de pesos, pues el corporativo realizó una compulsa auditada que arrojó como resultados que se habían finiquitado en su totalidad las reparacones sustantivas de aquel daño.
Dirigentes del Comité de Cuencas del Río Sonora, como Wenceslao Miramón, Irene Moiza, Evelia Lares y Óscar Encinas, han revivido el problema argumentando que aun hay daños y que la empresa cerró arbitrariamente el apoyo del Fideicomiso Río Sonora y “que faltan 800 millones de pesos que hay que usar, porque aún hay daños, de niños y adolescentes con leucemia, cáncer y enfermedades de la pile”.
En julio pasado acudieron a la Ciudad de México para demandar ante la SCJN para que revise las operaciones del fideicomiso acordado por la empresa y la administración que encabezó Enrique Peña Nieto.
“Que lo reabran hasta que se cumplan sus objetivos y hayan concluido los procesos jurídicos de reclamaciones en su contra”, demandaron en aquella fecha.
Este martes, la organización no gubernamental Frente por Sonora, constató que a solicitud de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Grupo México en el 2014 inició trabajos para la instalación, en el municipio de Ures, de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (Uveas), la cual se ha mantenido en operación desde el 19 de enero de 2015, hasta la fecha.
En las reuniones celebradas del 22 al 30 de octubre pasado, para evaluar la situación ambiental del río Sonora, en las cuales participaron habitantes de los municipios de Banámichi, Ures, Arizpe, Baviácora, Aconchi y Huépac, entre otros, con la presencia de funcionarios de la Semarnat y la Cofepris, se detectó la presencia de grupos ajenos a la comunidad que buscan manipular a los habitantes, con fines desconocidos.
La poca asistencia (80 personas en promedio) y la baja participación (8 personas en promedio) provocaron que el subdirector de Vinculación y Gestión de la Participación Ciudadana de la dependencia federal, Víctor Manuel Larraguibel Bustamante, tomara el micrófono en varias reuniones y exhortara a la gente a quejarse, no a manifestar propuestas o inquietudes, con nulos resultados, pues la participación no se incrementó.
A su vez los representantes de la Dirección de Participación Ciudadana de la Cofepris, Vidal Sánchez Santiago y Alicia Tamez Paz, ignoraron, o pretendieron hacerlo, la existencia de la Uveas, en Ures.
Actualmente, dicha unidad atiende y da seguimiento a diversos padecimientos de pobladores de la zona, incluso sin que, de hecho, estén asociados al incidente registrado en el Río Sonora en agosto de 2014.
Mantiene un equipo de diez personas seleccionadas por la Cofepris, cinco de ellas de tiempo completo. Grupo México ha sufragado desde el primer momento todos los gastos de operación y proporciona medicamentos y consultas sin costo alguno para los usuarios.
Presidentes municipales de Banámichi, Alejandro Molina Salazar, Arizpe, Lucía Guadalupe Serrano Acuña y de Ures, Héctor Gastón Rodríguez Galindo, reconocen la labor de la Uveas en cuanto a atención y prevención de la salud de los vecinos de la Cuenca del Río Sonora.
Desde 2014 se ha monitoreado el estado de salud de la población de la región del Río Sonora, realizándose hasta hoy 16 mil 404 revisiones médicas.
Y resume el estudio del Frente por Sonora, que no se ha dejado de atender la salud de pobladores radicados en la zona del río Sonora, por lo cual no existen casos de cáncer en personas, provocados por sus aguas y ramales cercanos, a pesar de quejas sin fundamento sobre esta supuesta enfermedad y padecimientos de piel, expuestos por algunos pobladores del área.
hch