Por Mouris Salloum George*
Desde Filomeno Mata 8
(Dos imperativos categóricos: Transparencia y honradez)
Todavía hace dos años, el profesor-investigador del Instituto de Estudios Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León, José Fabián Ruiz, presentó un estudio sobre los órganos autónomos del Estado en México, bajo un resumen, a saber:
Desde la década de 1990, en México se crearon numerosos órganos autónomos de rango constitucional, que ejercen funciones relevantes del gobierno. Sin embargo, la Constitución no prevé esta figura, no regula su modo de creación ni sus características y no aclara cuál es su posición dentro de la estructura institucional del gobierno mexicano.
Por lo tanto, dice en investigador, el panorama que ofrecen los órganos autónomos no es homogéneo, mediando importantes diferencias entre ellos, las relaciones entre ellos y las demás instituciones de gobierno. (El sumario, repetimos, es de 2017.)
En la práctica, un gabinete paralelo al gabinete legal
En entregas a nuestras ediciones periodísticas, hemos caracterizados esos entes como un gabinete paralelo a los conocidos tradicionalmente como legal y ampliado, que en no pocas veces duplican funciones del Estado y han disparado el gasto corriente del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Particularmente en el arranque de la nueva administración federal y como reacción a la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, y más recientemente con motivo de nombramientos de comisionados o consejeros en algunos de dichos órganos, se han dado manifestaciones de resistencia contra el jefe del Poder Ejecutivo federal; beligerancia que ha sido acompañada por algunos constructores de opinión pública.
Retomamos el tema, ahora que el Ejecutivo ha publicado en el Diario Oficial de la Federación la Ley Federal de Austeridad Republicana aprobada por el Congreso de la Unión el pasado mes de octubre.
Sujetos obligados de responsabilidad hacendaria; no al nepotismo
A manera de ilustración, señalamos que los miembros de los órganos autónomos constitucionales, son sujetos obligados en la observancia de ese ordenamiento, que invoca también como supletorias las leyes Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de Adquisiciones, Arrendamiento y Servicios Relacionados, Orgánica de la Administración Pública Federal, etcétera.
No se trata de un ejercicio de observancia y punto. El cumplimiento del mandato está sujeto a los imperativos de eficacia, eficiencia, economía, transparencia y honradez.
Cuando duele más el cuero que la camisa
En dos aspectos del mandamiento aparece la conseja popular que dice que duele más el cuero que la camisa: Una prevención dicta la Ley de Austeridad: Contra el nepotismo, y la soga en casa del ahorcado: Remuneraciones, con su advertencia de que ningún servidor del Estado ganará más que el Presidente, asunto que ha sido llevado por comisionados y consejeros de los órganos autónomos del Estado a la instancia jurisdiccional: La judicialización de la Administración Pública.
Dejamos para otra entrega la cuestión de las penalizaciones a los transgresores. Sólo apuntamos que la autoridad responsable de vigilar la observancia de la Ley publicada será un Órgano Consultivo Interinstitucional. Será interesante saber quiénes lo integraran. Ya sabe usted que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. Suele ocurrir.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.