Jorge A. Barrientos
Los sueños en ocasiones son solo eso, sueños, hay sueños de amor, sueños de gloria, de juegos, de libertad, los hay que comienzan como algo bello y terminan en pesadillas, y así, como en el mundo efímero de lo onírico, en la vida, el sentido o el camino de los sueños, tienden a confundirse.
Tengo que admitir que no recordaba la fábula de las ranas pidiendo rey, de Esopo, pero tan bien digerida la tenía, que recuerdo en alguna ocasión en un trabajo, comentarle a unos compañeros que abusaban de la bondad, inocencia o displicencia de un jefe que tenían, que no debían exagerar en el abuso de esa confianza y debían cuidar de él, pues de continuar podían a llegar a evidenciarlo, ante la compañía para la que daban servicio, como un supervisor débil y, en su lugar, podrían traer alguien de mano dura que no solo cancelaría todas las libertades que permitía el otro, sino que tomaría medidas más drásticas que pondría en riesgo el trabajo de todos, y así fue, al paso de un tiempo trajeron a un nuevo supervisor que como la víbora en la fábula comenzó a terminar con la fiesta en el estanque.
El presidente Andrés Manuel López Obrador citó dicha fábula en un momento en que sus adversarios como él llama a un patético y vulgar grupo de golpistas, quisieron debilitar su presidencia en el corto tiempo de mandato que tiene al frente del gobierno de México.
Pues bien, que en poco tiempo muchos de los “adversarios”, seguidores y críticos serios, que los hay, del nuevo gobierno, estamos siendo testigos de cómo la referencia a dicha fábula se hace realidad, si bien, y por suerte, no en México, si en otros países de Latinoamérica.
Y es así que como en Bolivia con la caída de Evo, en Brasil con la cárcel de Lula de Silva, en Argentina con el gobierno de Macri, en Chile con el gobierno de Piñeira, en Ecuador con la traición de Lenin Moreno, en Colombia con Iván Duque, somos testigos de que las víboras llegaron para ser reyes de los estanques, y esto está costando la vida de muchos hermanos latinoamericanos que ven como sus sueños de libertad y desarrollo mueren en manos de asesinos traidores a quienes lo que menos les importa es el bienestar de sus pueblos, ellos no son más que gerentes de poderes que aplican medidas contrarias al bienestar de la gente y encaminadas al saqueo de las riquezas de sus países y control de los mismos.
Hay quien tras la cita de AMLO quiso ver una amenaza velada de que de ser el rey tronco podía pasar a ser la serpiente en el estanque, sonaba lógico para quienes están acostumbrados a gobernantes ruines y vengativos, pero no para un gobernante que ha mostrado estar más preocupado por el futuro de su pueblo.
Además, hay que recordar que en este lugar, donde una vez se ubicó un hermoso estanque llamado Tenochtitlán, las serpientes ya reinaron por muchos años, pero quieren volver, y matar nuestros sueños.
Y a los extraterrestres, primero investiguen, después opinan.