Napoleón Gómez Urrutia creyó que podría ganar y que podría anteponer sus intereses y legislaría a modo. No le importó ir en contra del partido que lo llevó al Senado de la República: Morena.
Mucho menos imaginó que su iniciativa contra el outsourcing afectaría los esfuerzos del Gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador a favor del T-MEC.
Nada justifica su ambición y eso lo convierte un traidor. También en un saboteador. De eso se deben dar cuenta, no solo Morena sino también el presidente.
Este martes creía tener el triunfo en el bolsa. Su iniciativa fue aprobada por los legisladores de Morena, PES y PT que integran las Comisiones Unidas del Trabajo y Estudios Legislativos Segunda del Senado de la República sin ninguna oposición.
Esta propuesta fue duramente criticada por el Consejo Coordinador Empresarial. Advirtieron que era inadecuada y desproporcionada, además de que representaba un riesgo muy serio para la economía mexicana pues ponía en riesgo a la inversión nacional y extranjera.
Acusaron de que con esta propuesta, el líder sindical minero pretendía criminalizar las relaciones laborales, y además ir en contra de la Constitución. Y peor aún, ponía en riesgo la aprobación del T-MEC en el Congreso estadounidense.
Tras la aprobación en comisiones, la siguiente aduana era el pleno y estaba seguro de que contaría con el respaldo del partido que lo llevó a la Cámara Alta, sin embargo no fue así.
El coordinador de la fracción parlamentaria de Morena, Ricardo Monreal, envió un oficio a la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández, para solicitarle que antes de aprobarla se convoque a un Parlamento Abierto para revisarla.
El documento dice que al ser una iniciativa para modificar el marco legal con el objeto de regular de manera más eficaz el régimen de la subcontratación, se requiere “la mayor reflexión, discusión y participación de todos los sectores involucrados antes de ser tratada ante esta soberanía, se desarrollará su análisis bajo el formato de Parlamento Abierto, como lo hemos hecho anteriormente con temas de esta importancia”.
Ello, detuvo en seco las aspiraciones del ‘Napito’ para legislar a favor de sus intereses. No olvidemos que el sindicato opositor lo ha acusado de beneficiarse de los trabajadores que son contratados bajo esta modalidad a través de un porcentaje.
Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador deben revisar la pertinencia de apoyar a este personaje, que sigue afectado los intereses de la 4T. Su propuesta no contó, desde un principio, con el apoyo de Morena en el Senado.
Ahora toca escuchar a los empresarios que ya manifestaron su inconformidad. Los argumentos en contra son muchos y no deben ser desdeñados.
Gómez Urrutia tiene mucho que aclarar la acusación que pesa sobre él acerca de los 60 millones de dólares del sindicato minero, y que se llevó cuando huyó a Canadá.’, el traidor de Morena y la 4T
Napoleón Gómez Urrutia creyó que podría ganar y que podría anteponer sus intereses y legislaría a modo. No le importó ir en contra del partido que lo llevó al Senado de la República: Morena.
Mucho menos imaginó que su iniciativa contra el outsourcing afectaría los esfuerzos del Gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador a favor del T-MEC.
Nada justifica su ambición y eso lo convierte un traidor. También en un saboteador. De eso se deben dar cuenta, no solo Morena sino también el presidente.
Este martes creía tener el triunfo en el bolsa. Su iniciativa fue aprobada por los legisladores de Morena, PES y PT que integran las Comisiones Unidas del Trabajo y Estudios Legislativos Segunda del Senado de la República sin ninguna oposición.
Esta propuesta fue duramente criticada por el Consejo Coordinador Empresarial. Advirtieron que era inadecuada y desproporcionada, además de que representaba un riesgo muy serio para la economía mexicana pues ponía en riesgo a la inversión nacional y extranjera.
Acusaron de que con esta propuesta, el líder sindical minero pretendía criminalizar las relaciones laborales, y además ir en contra de la Constitución. Y peor aún, ponía en riesgo la aprobación del T-MEC en el Congreso estadounidense.
Tras la aprobación en comisiones, la siguiente aduana era el pleno y estaba seguro de que contaría con el respaldo del partido que lo llevó a la Cámara Alta, sin embargo no fue así.
El coordinador de la fracción parlamentaria de Morena, Ricardo Monreal, envió un oficio a la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández, para solicitarle que antes de aprobarla se convoque a un Parlamento Abierto para revisarla.
El documento dice que al ser una iniciativa para modificar el marco legal con el objeto de regular de manera más eficaz el régimen de la subcontratación, se requiere “la mayor reflexión, discusión y participación de todos los sectores involucrados antes de ser tratada ante esta soberanía, se desarrollará su análisis bajo el formato de Parlamento Abierto, como lo hemos hecho anteriormente con temas de esta importancia”.
Ello, detuvo en seco las aspiraciones del ‘Napito’ para legislar a favor de sus intereses. No olvidemos que el sindicato opositor lo ha acusado de beneficiarse de los trabajadores que son contratados bajo esta modalidad a través de un porcentaje.
Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador deben revisar la pertinencia de apoyar a este personaje, que sigue afectado los intereses de la 4T. Su propuesta no contó, desde un principio, con el apoyo de Morena en el Senado.
Ahora toca escuchar a los empresarios que ya manifestaron su inconformidad. Los argumentos en contra son muchos y no deben ser desdeñados.
Gómez Urrutia tiene mucho que aclarar la acusación que pesa sobre él acerca de los 60 millones de dólares del sindicato minero, y que se llevó cuando huyó a Canadá.