Claudia Rodríguez
Promesas incumplidas
Existen miles de registros de las promesas del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador respecto no sólo en lo que haría, sino lo que lograría de arribar a la máxima magistratura de la nación, y al final, lo toral para los mexicanos, quedó en pausa o tal vez, cancelado.
La pregunta que sigue flotando en el aire es: ¿Para cuándo el rumbo del país podrá empezar a cambiar con resultados en los bolsillos y en la percepción de seguridad en las distintas regiones del país?
“Mucho ruido y pocas nueces” podría resumirse el resultado del primer año de Gobierno del morenista López Obrador.
Menos alboroto y más retorno de recursos al pueblo
Si de corrupción se trata, nos ha quedado claro a los gobernados que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), encabezada por Santiago Nieto, trabaja a marchas forzadas para detectar las fortunas mal habidas, sobre todo aquellas que costaron un desfalco mínimo o millonario a las arcas de la nación.
Mas lo verdaderamente importante en esto, habría de ser la recuperación de los dineros mal versados, sustraídos o adquiridos por corrupción o colusión con el crimen organizado para dejarlo actuar a sus anchas.
Cada vez más mexicanos se encuentran en predicamentos económicos y financieros, mientras que el mismo presidente del país cree que lo único que cuenta para la felicidad de los gobernados, son las dádivas asistencialistas que se otorgan a quienes no se les tiende un verdadero puente de educación y empleo.
Inseguridad y violencia reinan
En materia de seguridad, las cifras hablan por sí solas, aunque cada delito perpetrado es una desgracia familiar que va minando de a poco, pero de forma constante, a la sociedad.
Va reforzándose la idea, qué el crimen crece por las prestaciones de los funcionarios de seguridad de otros sexenios, y quizá del presente porque nada ha cambiado para bien en ese terreno de la vida nacional.
Es tan relevante la inseguridad y la violencia que se vive en el país, que la desconfianza entre nosotros se ha vuelto más que cotidiana.
La balanza se inclina hacia las anomalías
Termina un año que se advirtió como un vuelo fugaz de ave y parece que el timón de la gobernanza no logra enderezar el rumbo.
Hay aciertos sí, pero nada que logre contrarrestar la columna inmensa de crisis y anomalías que se viven y presentan en todo el país.
El 2020 habrá de venir sin duda con la esperanza renovada en la promesa de que sólo se necesita tiempo para cumplir con los compromisos.
Ojalá que no sea un año perdido para millones de mexicanos.
Gracias por un año más de acompañamiento en el día a día de la información, el análisis y la opinión.
Deseo de todo corazón que nos vaya bien, mucha salud y paz.
Felices fiestas.
Claudia Rodríguez
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