Redacción, Noticias MX. – El diputado priista Brasil Acosta Peña advirtió que el año próximo presenta un panorama de crisis económica, debido a que se descuidaron en el Presupuesto de Egresos a los sectores productivos y por ello, se hace necesaria una reorientación del gasto público.
El también dirigente antorchista aseguró que para lograr que la economía interna se reactive, lo que se necesita es que el gobierno invierta en programas productivos, en generación de empleos y que, en lugar de dar dinero a la gente a través de tarjetas, se invierta en obras públicas de beneficio colectivo.
De acuerdo con el legislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a nivel mundial se desarrolla un proceso de desaceleración económica, pero internamente no estamos generando condiciones de crecimiento y menos aún existe una estrategia para hacer frente a las condiciones externas.
Puso como ejemplo lo que sucede en el campo y explicó que, por falta de estímulos, no producirá alimentos suficientes y sea necesario importar millones de toneladas de alimentos.
En ese sentido, el priista sostuvo que el gasto no está orientado a ser inversión productiva, es decir, “en obras públicas que generen empleo y crecimiento, sino a programas sociales de tipo electorero”.
Consideró que son aproximadamente 400 mil millones de pesos los que destinan a las tarjetas para que los mexicanos reciban un apoyo en efectivo. “Haciendo cuentas, si se distribuyen entre 130 millones de mexicanos, equivale a ocho pesos diarios, 240 pesos por mes, tres mil 600 pesos al año y con ese dinero no va a sacar a la gente de la pobreza”.
El legislador del partido tricolor, alertó que “dar dinero en efectivo garantiza votos, más no crecimiento económico; del total de entregas directas, el gobierno va a seleccionar a 30 millones para tratar de garantizar sufragios, pero seguimos sin atender el estancamiento de la economía”.
Si realmente se pretende un cambio al modelo económico, consideró el diputado por el Estado de México, se debe empezar con cuatro pilares del crecimiento: empleo para todos; elevar los salarios; cambiar la política fiscal para que paguen más los que tienen más y paguen menos o no paguen los que no tienen; y, finalmente, una reorientación del gasto público, no mediante tarjetas, no mediante dinero en efectivo, sino a través de inversión en obras públicas que le beneficien a la ciudadanía, concluyó.
JAM