En el Universo Jurídico Patrio existen Fiscales, Agentes del Ministerio Público, Jueces y Magistrados corruptos, no sólo por recibir dinero y aceptar sobornos, sino por doblegarse ante consignas de superioridad, lo que resulta mil veces más oprobioso.
Cuando ante nuestros Recintos de Justicia se presente un asunto de definidas aristas de narcopolítica y en donde se presentan factores comprometedores para el Estado Mexicano, éste reacciona, por medio de innumerables medios, para evitar se sepa la verdad que incrimine a esa narcopolítica y no como debiera ser en puridad, a hacer simple y llana justicia.
En éste memorial, voy a referirme de manera concreta a los hechos de Tlalixcoyan y específicamente al autor material e intelectual que dio origen a la narcopolítica en México: Ignacio Morales Lechuga.
A toda la República, a los soldados de honor, a la justicia, a la comunidad internacional nos gustaría constatar que se investigue y condene al narcopolítico que dio origen a las grandes desgracias de la Nación, a la inseguridad, a la corrupción por la que aún atravesamos, sólo para guardar las formas para sostener que se va a punir al culpable, y, por tanto, que se sepa la verdad de todo aquello que ha surgido en cortes federales de Nueva York a propósito del juicio que se le sigue a el Chapo Guzman y el cual también dio origen a la detención de Genaro García Luna por su implicación en la narcopolítica.
Pues bien, como ya de siempre se ha venido sosteniendo Ignacio Morales Lechuga es el narcopolítico más importante de la historia jurídica patria, ojalá ésta afirmación veraz, propiciadora de formalidades legales se transmute en una investigación seria, eficaz, transparente, formal, limpia, aceptable, docta, compelente de las múltiples conductas delictivas de quien fuera el Procurador General de la República que se coludió con sus afectos de la delincuencia para bajar aviones cargados de cocaína, lo cual dio origen a los hechos de Tlalixcoyan en los que perdieran la vida siete Agentes de la Policía Judicial Federal y se tildara de narcoraficante y asesino al muy glorioso Ejercito Mexicano.
No se trata, y jamás lo pretendería, de dar una cátedra de derecho penal, ya que no resulta oportuno, ni éste espacio es para ese efecto. Sin embargo, sí me gustaría compartir con mis estimados lectores, sí es que los tengo, algún análisis, aunque sea somero, de los hechos que sirven para afirmar que Ignacio Morales Lechuga es el principal narcopolítico de hoy y de ayer.
Todo el mundo recuerda los hechos de Tlalixcoyan, pero son pocos los que saben que quedaron grabadas en la conciencia aquellas palabras dirigidas a Ignacio Morales Lechuga, previo a esos hechos, cuando textualmente se le dijo: “OYE NACHO, QUÉ BUENO QUE YA TE INFORMÉ Y YA OFRECIÓ HASTA UN MILLÓN DE DÓLARES MÁS POR SEGUIR BAJANDO AVIONES EN LA CUENCA”. De ello existe constancia en los Archivos de Justicia de la Nación.
Un hombre ambicioso –como Ignacio Morales Lechuga- es y fue capaz de los peores actos, contra la moral y el derecho, con tal de avanzar en la escala política de aquél entonces, sin importar para nada acusar a inocentes como resultó ser el General Moran Acevedo. Todo se paga en la vida. Ahora en impunidad, mañana en ésta cuarta transformación, ¿quien sabe?.
Volviendo al tema, debo sostener que personalmente presenté ante el Procurador General de la República, una formal denuncia en la que señalé directamente a Ignacio Morales Lechuga, como un narcoprocurador protector de la delincuencia a la cual por ley debería de combatir. Por esta razón y por muchas otras, dicho sujeto es el responsable de grandes desgracias posteriores a la integridad de México.
Por último, y por falta de natural espacio, sólo me referiré a la deposición de ciertos narcotraficantes juzgados en New York en el juicio del siglo que se sigue al Chapo Guzmán, los cuáles de manera, también veraz, señalaron a Ignacio Morales Lechuga como su protector, en esa virtud, resulta preocupante la actitud de la Cuarta Transformación que guarde sepulcral silencio y no indague a la fecha al narcopolítico más relevante de la historia jurídica patria.
El pueblo de México ya esta harto de tanta corrupción, injusticia, inseguridad, ojalá la Toga del Primer Magistrado de la Nación, Lic. Andrés Manuel López Obrador, vaya por los fueros de la verdad y del derecho.
La ciudadanía de nuestro país quiere justicia.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A.C.