Por Mouris Salloum George*
Desde Filomeno Mata 8
Es irracional, que un partido en ejercicio del poder, opte por el suicidio. Con esta mortaja nadie regresa ni yendo a bailar a Chalma.
Estando en la oposición, en 1976 el PAN se quedó sin candidato presidencial por conflictos internos que lo condujeron a la ruptura. Dio pie a que el abanderado del PRI, José López Portillo, llegara sin vara a Los Pinos.
En 2017-2018, fue tal la crisis intestina del renacido PRI, que lo obligaron a optar por un candidato externo; un “simpatizante” que no pudo sacar el buey de la barranca: José Antonio Meade Kuribreña.
La crisis estalló cuando, siguiendo línea presidencial, la asamblea nacional de agosto de 2017 reformó los estatutos para abrirle cancha al entonces secretario de Hacienda. Agente de la vieja guardia sabotearon su candidatura. Lo demás vino por añadidura: El PRI fue echado de Los Pinos por segunda vez en 18 años. Hasta ahora, no encuentra instrumental para intentar la operación cicatriz.
Morena sigue las huellas de las tribus del agonizante PRD
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que en 2018 operó como una verdadera aplanadora frente a sus adversarios, se ha colocado a la orilla del abismo por la intransigencia de facciones internas que repiten las prácticas malsanas y suicidas de las tribus que pusieron al PRD en punto de extinción.
Entre irreconciliables pugnas domésticas e incesantes litigios en la instancia jurisdiccional, Morena está perdiendo todo el capital político-electoral acumulado en las elecciones generales de julio de 2018.
Esta semana, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó todos los acuerdos asumidos en noviembre por el Consejo Político Nacional con un deleznable argumento: Le faltó un voto para acreditar quorum. Se requerían 141; se acreditaron 140. Los caballos de Troya impugnaron ante los magistrados electorales, que les dieron la razón.
Uno de esos acuerdos echados para atrás, es el de establecer reglas universales, de acuerdo con el régimen electoral, para designar una nueva dirigencia nacional, habida cuenta que la actual, con carácter de provisional desde que renunció a la presidencia Andrés Manuel López Obrador, ha rebasado el plazo de un año para el que fue facultada.
Dos convocatorias y un solo riesgo: El choque de trenes
El intríngulis radica en que los consejeros nacionales, que preside Bertha Luján, teniendo por validos los acuerdos de noviembre, convocaron para el 26 de enero a Congreso Nacional Extraordinario con el objetivo, entre otros, de reformar los estatutos y por fin elegir un comité nacional estable.
No puede pasarse por alto que Luján, quien se siente apoyada desde Palacio Nacional, está jugando un mano a mano con la presidenta provisional, Yeidckil Polevnski, a su vez en campaña para un mandato estatutariamente ordinario.
Contra la convocatoria del CPN, cuya sede será el deportivo de la Magdalena Mixhuca, se produjo otra anónima que cita el mismo día y la misma hora en el centro social cultural Plan Sexenal, con evidentes propósitos de provocación. Los riesgos de violencia son inminentes. Grave cuestión.
(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.