Sus legisladores proponen jornada laboral de 7 horas y recortar semana de trabajo a 5 días.
Redacción NoticiasMX.- Como dicen los mexicanos que habitan las zonas rurales cuando salen a la caza de la iguana: “le tiran a la cabeza al huico, para darle aunque sea en la cola”, ante la velocidad de desplazamiento y los reflejos del animal que lucha por su vida.
Esta pudiera ser la explicación de la estrategia legislativa presentada este jueves por el Partido Acción Nacional (PAN), que por lo visto, es el único que muestra un arsenal de ideas y de propuestas, para hacer contrapeso al embate de la “Cuarta Transformación” y su gobierno.
Porque de parte del PRI, hace tiempo que no se percibe ninguna propuesta ni crítica alguna hacia la actual administración gubernamental.
Del PRD, sólo destellos eventuales, como la más reciente y quizá la más contundente, presentada también este jueves 5 de febrero, por la diputada jalisciense, Verónica Juárez Piña, para reformar el Código Penal Federal y establecer la no prescripción del delito de pederastía, incluyendo la tipificación del mismo delito en su modalidad de encubrimiento.
No obstante un partido más joven, hay que decirlo, el Movimiento Ciudadano (MC), es un partido que tiene representación legislativa productiva y combativa también.
Sin embargo el PAN muestra una vez más, ser esa especie de avanzada -hasta hoy- de la caja de resonancia opositora al partido en el poder, con una propuesta que pudiera ser ponderada con un rasero irónico y hasta satírico.
Ayer, durante la sesión plenaria en San Lázaro, el diputado panista José Ramón Camberos, propuso reformar el artículo 123 de la Constitución, bajo el argumento que la permanencia en los entornos laborales por tiempos prolongados, repercute negativamente en los trabajadores y se manifiesta en problemas de salud -física y mental-, de convivencia social, baja productividad y ocio.
Esto significaría la reducción de ocho a siete horas la jornada laboral, recortar la semana de trabajo de 6 a 5 días, e incrementar las vacaciones.
Desde la tribuna de la Cámara de Diputados, Camberos pidió un cambio “en el modelo de trabajo que lleva más de 100 años y que debe adaptarse a los tiempos modernos”.
Y es que los problemas de salud, de escasa convivencia social, de baja productividad y ocio, “van en detrimento de su trabajo de calidad y que no necesariamente están vinculados a salario digno y suficiente”, dijo enfático el legislador panista.
“Con base en las horas trabajadas, el índice de productividad no ha crecido desde 2008 a la fecha, es decir, (los mexicanos) trabajamos mucho y producimos poco”, señaló tajante.
Por lo que dijo el diputado de Acción Nacional, que se infiere entonces que un mayor número de horas trabajadas no redunda en productividad, y por el contrario hay afectaciones en la salud.
Cabe destacar que ayer jueves, durante su conferencia matutina, el presidente López Obrador dejó entrever su interés personal de suprimir los llamados “fines de semana largos”, establecidos en los últimos tres sexenios como una forma de evitar una añeja práctica que afectaba supuestamente la productividad en el ámbito laboral mexicano, cuando los trabajadores aprovechaban un día feriado para faltar a sus labores continuadamente y sin justificación, “haciendo puente” con el fin de semana no laborable inmediato.
Quizá sea esta propuesta panista una forma de respuesta de la oposición a la idea presidencial de suprimir “los fines de semana largos”.
Una idea que como pocas en lo que va de su sexenio, ha resultado ser impresionantemente impopular.
La medida propuesta por el panista mueve -se reitera- a ironía.
Por mucho México no es ni Alemania, ni Japón, ni Corea del Sur, ni Suecia, países con los niveles más altos de productividad, donde ya se practica la semana laboral reducida y se discute incluso la reducción de la vida laboral de los trabajadores, para que viaje más el trabajador pensionado por jubilación y disfrute aún más su robusta y segura pensión.
Así sucede en Alemania y en Japón ya, por ejemplo.
Aunque México, contrariando al diputado y para decirlo en el leguaje presidencial, “con todo respeto”, está distante de esos niveles.
O quizá sea aquella estrategia ranchera, …de “tirarle a la cabeza al huico, para darle aunque sea en la cola”
hch