Francisco Gómez Maza
• Si no quiere ser víctima, no bese a nadie
• No es más mortal que la influenza, pero…
Gran problema para los amigos, los hermanos, los padres, los hijos, los novios, los esposos, los amantes, los políticos.
Estamos confrontados por la Naturaleza.
De vez en cuando ocurre desde hace todos los tiempos, desde antes de la lluvia de langostas en el vetusto Egipto, o la lluvia de fuego sobre Sodoma y Gomorra, o el Gran Diluvio Universal.
Pues no van a poder besarse ni acariciarse, ni abrazarse, ni platicar cara a cara, quién sabe durante cuánto tiempo. (Qué coraje que no pueda besar a mi nieta.)
Lo prohíbe un fantasma, que cubre con su manto de pánico a todo el mundo, desde las estepas chinas, la Siberia, las dos Europas, bajando por el Gran Charco hasta la Tierra del Fuego y, ahora, México, tierra de volcanes: el diabólico Covid-19 (coronavirus desafiante) que, sin embargo, parece que no es más mortal que una gripa o la influenza mal curada. Es más mortal la neumonía hospitalaria, según me dice la encantadora patóloga del hospital de especialidades del Centro México Nacional Siglo XXI.
¿Qué grado de mortalidad tiene?
Según los últimos datos, la mortalidad del nuevo coronavirus se sitúa entre el 2 y el 4% en Wuhan, mientras que, fuera del área de esta ciudad, el porcentaje de letalidad se reduce a un 0.7%.
El coronavirus ha superado ampliamente en número de muertos a los causados a nivel mundial por el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave: 2,870 fallecidos por las 774 vidas que sesgó el SARS en todo el planeta en 2003, según la Organización Mundial de la Salud. Pero, ojo: la inmensa mayoría en territorio de la República Popular de China.
El MERS, todavía activo, pero geográficamente contenido en la península Arábiga, ha infectado a cerca de 2,500 personas con más de 850 casos fatales y una mortalidad del 35%.
Así que los mexicanos no tienen más que preocuparse por practicar las medidas de higiene, a las que no están acostumbrados por inconciencia, dejadez y desidia. A lavarse las manos todo el día. Los consejos divulgados por las autoridades sanitarias para evitar el contagio son lavarse las manos de manera frecuente (como he escrito arriba) y usar pañuelos o el codo para cubrirse la nariz y la boca cuando se tosa o se estornude.
En cuanto al uso de mascarillas, no son imprescindibles, a no ser que se esté infectado o se esté en contacto directo con los pacientes que portan el virus.
En caso de tener síntomas, es muy, pero muy recomendable marcar el 911 (en México) para que, en el caso de estar infectados, no se propague el virus en los hospitales o se colapsen los servicios sanitarios.
Los síntomas descritos para la neumonía de Wuhan, provocada por el nuevo coronavirus, son fiebre, dolor de cabeza y fatiga, acompañados de tos seca y sequedad y, en muchos casos, de disnea (dificultad para respirar). Estos síntomas se comparten con muchas patologías por lo cual, para no saturar los servicios de salud y evitar nuevos contagios, es muy recomendable llamar al 911 en caso de duda.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la emergencia sanitaria internacional, ante la rápida expansión del coronavirus de Wuhan. La medida prevé un aumento de la coordinación entre todas las redes sanitarias nacionales en el mundo con el fin de tomar mayores medidas de prevención y homogeneizar programas de tratamiento, cuarentena y concienciación.
La OMS declaró, a finales de febrero que concluyó este sábado, el riesgo por expansión al nivel “muy alto” en todo el mundo e instó a los gobiernos a tomar cuantas medidas fuesen necesarias en preparación para la llegada del virus. Lo más urgente es contener su propagación.
Ojo: en México, hasta el sábado 29 de febrero, las autoridades sanitarias habían detectado cuatro casos. No se deje sorprender por el maldito bicho. Báñese con lejía (jejeje), lávese las manos como vil maniático, no bese a nadie, ni lo acaricie ni lo abrace.