Desde Nueva York
Ruben Cazalet
Elecciones presidenciales en E.U., noviembre 03, 2020.
Las próximas elecciones a la presidencia en Estados Unidos, son cada vez más fáciles a descifrar o más complejas, de acuerdo a la óptica de quienes miran el panorama electoral.
Los conocedores sobre el tema, periodistas de la fuente, editorialistas, académicos sin importar la estafeta a la cual pertenecen defienden su argumento.
Vaticinar es difícil cuestión, objetividad, de la cual tengo serias dudas representa la herramienta más acertada, sin embargo, el “vaso medio lleno o medio vacío”, frase de cuño de Porfirio Muñoz Ledo, es verdad. La tendencia a inclinarse a favor o en contra de algún personaje, es una mera y natural preferencia, “dislexia” de la objetividad. Excepto, algún científico sesudo de convicciones severas. Dudo de la objetividad. ¿Sera verdad?…
Nos enfrentamos a un camino sinuoso, en donde a ninguno se le ocurre “apostar por ningún bando”. Demócratas y, su precandidato, o el republicano ya conocemos de sobra: Trump.
Los demócratas, sin definición todavía de quien será el ungido a enfrentar a Trump, continúan en el proceso de las elecciones primarias, las convenciones estatales.
Ya sucedieron las de Iowa, significativas por la pluralidad de potenciales electores y que permite a los aspirantes, medir las preferencias a favor o en contra. New Hampshire, Miami y el pasado Súper martes en Carolina del Sur.
La relevancia de estas, representan la vocación en los estados sureños, totalmente diferentes a los del norte
Los resultados anteriores son pobres, ninguno superó más de 30 por ciento de las preferencias, descontando a Carolina del Sur.
A los electores se les presenta un amplio abanico de potenciales postulantes, la mayoría defendiendo posturas de un gobierno progresista y hasta paternalista cuando se trata de beneficios sociales y de salud pública.
Probablemente el pre candidato a la presidencia inclinado más a la izquierda, si eso es posible en este país, es, Bernie Sanders. Orador enjundioso y defensor de sus principios, mismo a quien los jóvenes, los milenios y otras generaciones posteriores lo aplauden con ahínco. Vale aplaudirlos para sacarlos de su marasmo y acudir a las urnas en noviembre próximo para decidir el futuro del país que tanto les ha regalado.
Pero en estos menesteres lo que cuenta son los números, las estadísticas, las tendencias de los potenciales electores, de ahí NAVENGDO EN LA INCERTIDUMBRE.
Para principiar son demasiados aspirantes demócratas y, por ende, el voto se diluye en pingues resultados.
Después del Súper Martes en la convención, caucus, en Carolina del Sur, el horizonte pareciera se va despejando.
Por primera vez, en esta enconada batalla para ser el candidato presidencial por los demócratas, los números hablaron con autoridad para fortalecer la posibilidad de derrotar a Trump con uno digno a lograrlo. Además, al partido demócrata le da aire para tomar cartas en el asunto y se conforme la tan deseada coalición en un solo nombre.
Les comentamos los resultados de Súper Martes, antes de presentarlos, dos “pre”, abortaron la misión. El financiero millonario Tom Steyer y el político Pete Buttigieg, sin embargo la caballada continúa con nueve aspirantes.
Los resultados: El ex vicepresidente de Obama por ocho intensos años, Joe Biden, logro el 48.4% índice significativo, amerita un aplauso al despejar el campo de acción. Sanders, el predilecto de los jóvenes, ¡aguas! No menospreciarlo 19. 9%; Tom Steyer, ya ‘kaput”. Abandonó la contienda 11.3%; otro que dijo adiós Buttigieg 8.3%; el coro de mujeres luchadoras, convencidas de su dicho, fuertes, dignas, retrato de las mujeres de hoy, E. Warren 7.1%; Amy Kloubachar 3.2% Tulsi Gabbard 1.3% y los demás restantes abajo del 1%
Del lado republicano, la mayoría acepta la relección de Trump, algunos a regañadientes a pesar las monumentales pifias de su administración. Un minoría, el 19 por ciento, no se revelan públicamente en contra, excepto un par de valientes por ahí, temerosos perder los escaños en el Congreso, o las gubernaturas, la amenaza de los demócratas en sus distritos o estados acecha. Apechugan y, en lo oscurito desbocan los desaciertos del inquilino en la Casa Blanca. Se curan en salud con su hipócrita validación, otros, la mayoría conservadores convencidos palomean al ejecutivo. El establishment es la marca de la casa matriz.
No echar las campanas al vuelo, esos fueron los resultados de la convención de Carolina del Sur, ahora revisemos la presencia nacional: Bernie Sanders 29%; Biden 17%; Bloomberg 15%; Elizabeth Warren 15% (no va mal en relación a sus contrincantes); Klobaucher, otra mujer 6%, la restante Gabbard -1%.
Es cuestión de esperar con paciencia la Convención Nacional Demócrata en agosto 23-27, 2020.
Esperemos que el partido demócrata ya tome la batuta a la coalición de sus candidatos y apoyar a quien cuenta con mayor posibilidad de desalojar de la Casa Blanca a los republicanos.
Otro índice interesante se refiere a las contribuciones de los ciudadanos a su gallo favorito, nótese que son dineros espontáneos, no el de los pre-candidatos que van desde 890 millones de dólares a 170.
Sanders 25.1 millones de dólares; Biden 8.9; Bloomberg va por la libre con sus propios recursos; Warren 10.4; Klobaucher 5.5; Gabbard 1.1.
Parecieran estas cifras nimias, sin embargo, acusan desde hoy las preferencias de quienes sufragaran.
Importante la cobertura mediática, para que usted amable lector realice sus conjeturas: Biden 8.5%; Bloomberg 8.3%; Sanders 4.5%; Warren 3.4 % los demás entre 0.7-0.2%
Si analizamos, continuamos NAVENGANDO EN LA INCERTIDUMBRE.