Noticias MX.- “Territorios Mayas en el paso del tren: situación actual y riesgos previsibles” es un documento elaborado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para el análisis de riesgos en los territorios en los que está proyectado el Tren Maya. Dentro de sus hallazgos menciona que habría destrucción irreversible de sitios arqueológicos, se vulnerarían derechos de pueblos indígenas, aumentaría la trata de personas y el narcotráfico, entre muchos otros.
¿Cuándo y dónde inicia esta investigación? A finales de septiembre de 2019, el Conacyt formó un equipo de 30 investigadores con el fin de estudiar las afectaciones a lo largo de los 1,500 kilómetros que comprende el proyecto: las estaciones, las ciudades y pueblos por los que pasará el tren.
Después de la convocatoria de la consulta, el consejo apresuró a los expertos para entregar los resultados del análisis bajo la idea de difundir los hallazgos antes del proceso.
De acuerdo a una investigación realizada por El Universal y a fuentes cercanas de este medio, un primer resultado del análisis fue enviado entre el 10 y 12 de diciembre, pero en lugar de difundirlo a secretarías y al público, fue detenido.
La investigación completa incluye cinco documentos de 60 cuartillas cada uno, más un resumen ejecutivo que se hizo llegar a la Presidencia de la República.
Ante ello, la División de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo que los votantes sólo apoyaron la obra por la posibilidad de cubrir sus necesidades básicas, pero que ésta no cumplía con los estándares internacionales.
Uno de los investigadores, bajo anonimato, explicó que en el documento faltaba información sobre el proyecto, la cual salió a la luz tras la consulta. “Nos pusieron tiempos muy breves para cumplir con esa fecha, pidiéndonos que entregáramos algo. Y lo hicimos, pero ahí se paró. Nos dijeron que era muy tarde y que ahora no querían sacarlo antes de la consulta para no influir”, afirmó.
En cuanto a los sitios arqueológicos, están en riesgo 1,288. De acuerdo con el informe, “Tendrían una afectación directa que, atendiendo a los cálculos de pasajeros y carga del tren, podrían implicar la destrucción irrecuperable de vestigios culturales, daño físico, adulteración o uso turístico excesivo”.
Además, para que pequeños propietarios aporten tierras para el Tren Maya, se propone el esquema FIBRA ( Fideicomiso de Infraestructura y Bienes Raíces,), un fideicomiso que cotizará en la bolsa, en el que las comunidades pondrían las tierras y los inversores el dinero. Sin embargo, los investigadores aseguran que esta inversión se podría perder, ya que “la tierra no podrá ser recuperada, a menos que los propietarios tuvieran el capital suficiente para comprar la totalidad de los certificados bursátiles o los inmuebles construidos encima”.