De verdad, ¡cómo les gusta enredar las cosas! Hasta la noche del sábado, tenía Gabino Cué Monteagudo a un leal y eficiente colaborador en la secretaría general de su gobierno en la persona del experimentado Jesús Martínez Álvarez.
Pero, como lo escribió éste en su renuncia, “al constatar que asuntos que ya debieron haberse resuelto y otros que están en proceso de solución, son reactivados por intereses internos, muchos de los cuales, supongo, tienen el propósito de perjudicarme a mí, lo que sería lo de menos; lo grave, es que terminan dañando al propio gobierno que Usted encabeza y a la población, y no quiero servir de pretexto para que muchos problemas que tienen solución queden entrampados”.
Como Penélope, pues, lo que Martínez Álvarez tejía… al día siguiente se lo destejían. Y tejer con una madeja enredada no debe ser cosa fácil.
Porque enredos y más enredos es lo que, ahora mismo y desde siempre, hay en Oaxaca.
Cué, ex priísta que llegó a la gubernatura por una alianza PAN-PRD, no ha querido crecer y continúa bajo la férula de Diódoro Carrasco Jr. –ahora panista–, de quien fue secretario particular cuando éste gobernaba la entidad.
De hecho, ambos comparten al mismo operador político, Jorge Castillo, de quien en días recientes se dieron a conocer , filtradas, cuando menos ocho grabaciones telefónicas en las que se le escucha censurar a un conductor radiofónico, recibir instrucciones de Carrasco para presentar candidatos de todos los partidos a Cué –habrá elecciones locales el próximo 7 de julio–, y evidenciar finalmente que el cacicazgo de Diódoro se extiende a todos los partidos políticos… para, a final de cuentas, mantener a Oaxaca y a los oaxaqueños en las mismas condiciones de calidad de vida que había dos siglos atrás.
El poder es el poder. Pero para los mismos. Para beneficio propio y de los más allegados, los más serviciales y, en algunos casos, hasta los más serviles.
EN LOS BRAZOS DEL PRI
El enredo oaxaqueño es continuo. Para reemplazar –que no sustituir– a Martínez Álvarez, Gabino Cué ha optado por un priísta.
Desde hoy lunes, cuando la Legislatura estatal sancione favorablemente el nombramiento, el priísta Alfonso Gómez Sandoval despachará como secretario general de gobierno, lo que se da horas después de que el propio Cué recibiera en la Casa de Gobierno al delegado general del tricolor en la entidad, el poblano Melquiades Morales, y al dirigente estatal del mismo, Juan José Moreno Sada, lo que en versión oficial se dio para establecer “un vínculo de comunicación política que busca fortalecer el clima democrático y de pluralidad política que actualmente se vive en Oaxaca”.
En otras palabras, para caer en brazos del PRI, lo que hace tres años no quisieron en las urnas los electores oaxaqueños.
Y es tal el enredo que hasta en él aparece el vilipendiado ex gobernador Ulises Ruiz.
Porque usted imaginaría que Ruiz saldría a felicitar a su correligionario Gómez Sandoval por su ascenso burocrático como segundo de abordo en la administración oaxaqueña.
Y no fue así. Ruiz, por el contrario, se trepó a las redes sociales y desde su cuenta de Twitter a quien felicitó fue a Martínez Álvarez:
“Felicito a @JMAsegego por su valentía, entereza, congruencia y amor a #Oaxaca. Ahí están las Deleg. de Gob y en el #PRI eres bienvenido.”
Martínez Álvarez, en efecto, es pieza codiciada. A su llegada al cargo del que se ha despedido hace dos días escribí aquí de él:
“Jesús Martínez Álvarez, quien ha recorrido prácticamente todos los puestos de elección popular: desde la presidencia municipal de la capital oaxaqueña hasta la gubernatura interina de la entidad, sin soslayar que también fue secretario general de Gobierno del Distrito Federal.
“Experimentado legislador que integró dos Legislaturas Federales en la Cámara de Diputados, Martínez Álvarez es uno de los escasos políticos que privilegia la emoción y el sentido social en la difícil tarea que es la toma de decisiones. Hace apenas unos días, todavía como representante del gobierno de Cué Monteagudo en el DF, el nuevo secretario general de Gobierno oaxaqueño intervino exitosamente para las partes en la solución de un diferendo económico entre una empresa cervecera asentada en Tuxtepec y sus trabajadores.
“Emoción social y eficacia política ha añadido Cué a su equipo, en la persona de ‘Chuchín’, cual popularmente se conoce a este político cien por ciento oaxaqueño, a quien una iniciativa de ley con dedicatoria expresa, le impidió durante un par de décadas ser gobernador constitucional de la entidad que le vio nacer.
“Hoy esa veda, por fortuna, está a punto de desaparecer.”
Pero, mientras, ¿correrá la misma suerte Gómez Sandoval? ¿Tejerá para que Castillo y otros deshagan, a conveniencia, su tejido?
¡Ah, qué enredos!
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Paco, Martínez Álvarez no es oaxaqueño es chiapaneco, chécalo, por esa razón no pudo o no puede ser candidato a gobernador, la Constitución oaxaqueña, es muy estricta en ese sentido, pues si mal no estoy, creo que para ser candidato, deben ser oaxaqueños hasta de tercera o cuarto ggeneracion.
Un abrazo
un abrazo.