Redacción MX Político.- La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) solicitó al sistema bancario congelar las cuentas de Mario Marín, exgobernador de Puebla, del empresario textilero Kamel Nacif, y de Hugo Adolfo Karam Beltrán, ex subsecretario de Seguridad Pública de Puebla, quienes se encuentran prófugos de la justicia por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
La persecución judicial y tortura contra la activista y periodista fueron consecuencia de la revelación que hiciera de una red de pornografía infantil ligada a redes de criminalidad organizada.
Junto a Adolfo Karam, entonces Director de la Policía Judicial de Puebla, el exgobernador y empresario han evadido la acción de la justicia. Tres meses y medio después de libradas las órdenes de aprehensión, Lydia Cacho fue agredida mediante un allanamiento en su domicilio.
La obstaculización del uso de recursos personales, y en su entorno familiar y de negocios, es un requisito indispensable para cumplir las órdenes de aprehensión. Así también permite asegurar que cesen las agresiones en contra de la periodista y activista Lydia Cacho.
Según primeras investigaciones, el exgobernador de Puebla es titular de cuentas en Banorte, HSBC, Seguros Comercial América, Mifel y Santander.
Las autoridades también solicitaron congelar cuentas de miembros de la familia del exgobernador que le acercan recursos para mantenerse prófugo.
Las autoridades mantienen la hipótesis de que el exgobernador se encuentra en Puebla, en zonas alta plusvalía.
Sobre el empresario textilero Kamel Nacif, conocido como “El Rey de la Mezclilla”, las autoridades solicitaron congelar el acceso a cuentas donde es titular y de su círculo familiar, pero también de 12 empresas donde figura como representante legal o ‘tercero relacionado’.
La UIF detectó cuentas a Hugo Adolfo Karam Beltrán, ex subsecretario de Seguridad Pública de Puebla, en BBVA, HSBC y Santander.
En 2005, Kamel Nacif, conocido como el ‘‘Rey de la mezclilla’, pidió a los exfuncionarios de Puebla detener a la periodista Lydia Cacho en Quintana Roo en represalia por exhibir su participación en una red de pederastía en el libro “Los Demonios del Edén”.
Mediante una llamada telefónica a finales de 2005, Kamel Nacif agradeció a Mario Marín su intervención y le ofreció enviarle dos botellas “bellísimas” de coñac. El entonces gobernador le dijo: “acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad, y quien comete un delito se llama delincuente. Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad”.
JAM