La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Los ‘genios’ prohíben la producción de cerveza e impulsan el mercado negro
Una de las situaciones más graves que ha salido a flote con la pandemia de COVID19, insistimos, es la falta de protocolos, lo que se suma, para mal, a la carencia de liderazgo.
Al margen de que sabemos que cada región del país tiene sus particularidades, es alarmante la doble o triple visión que se tiene en una zona, por ejemplo la Ciudad de México.
En dicha entidad, se puede cerrar el Estadio Azteca para evitar contagios y, simultáneamente, celebrar un festival de rock en el Foro Sol. Además, las plazas comerciales que no proveen servicios indispensables bajan la cortina, mientras los negocios de Ricardo Salinas Pliego, siguen funcionado en abierto desafío a la emergencia sanitaria.
Por otro lado, las buenas conciencias, portavoces de la moral en turno, dictaminan que la producción de cerveza se tiene que parar, mientras las de Coca-Cola y Bacardí, siguen su curso normal ¿será que al evitar los eructos provenientes de las barrigas cerveceras disminuyen los contagios?
En ocasiones, pareciera que la contingencia es aprovechada para aplicar la ley a secas a los enemigos y la justicia y gracia para los amigos, reproduciendo los esquemas de siempre.
Ni hablar, a estrategias revueltas, ganancia de pescadores.