HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Un lunes negro en el mercado petrolero internacional puso a temblar a los países productores de petróleo que la semana pasada festajaron jubilosos el acuerto alcanzado en la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEO+ que, aquí en México, el gobierno de la 4ª Transformación calificó como histórico y vistió de heroína a su secretaria de Energía, la ingeniera Rocío Nahle.
Los precios del petróleo que se vende en el marcado internacional, lejos de repuntar se colapsaron este lunes, al registrar pérdidas de más del 100 por ciento como sucedió con el crudo marcador West Texas Intermediate que cerró la sesión de ayer con un retroceso de -37.63 dólares por barril, mientras la mezcla de crudos mexicanos cayó 2.37 dólares por barril, algo nunca visto desde que México exporta una buena cantidad del crudo que extrae de los pozos petroleros en tierra y mar.
De acuerdo con los expertos, el principal problema que se presenta es la falta de capacidad que tienen los países profuctores para almacenar el petróleo que se está dejando de vender con motivo de la crisis sanitaria por el coronavirus.
Se calcula que la acumulación de inventarios oscilará entre mil y mil 500 millones de barriles, imposibles de almacenar hasta que llegue la recuperación. La semana pasada cuando se echaron las campanas al vuelo porque México no cedió a una disminución de la plataforma de producción de 400 mil barriles diarios y nos dijeron que nos fue requetebien, advertí en este espacio, que el bajaran dos rayitas, porque el mercado petrolero no tiene palabra, por lo que no se podía cantar víctoria.
México será uno de los países petroleros más perjudicados por esta debacle que pega directamente en las finanzas nacionales, aunque las aportaciones ya no sean aquellas de los 80s y 90s cuando Pemex aportaba el 40 por ciento de los ingresos públicos.
El gobierno de la 4ª Tranformación se empeñó en apostarle al petróleo y en especial al rescate de Pemex una empresa que las tres anteriores administraciones, dos panistas y una priista saquearon hasta dejarla hecha una entelequia. Pemex que un día se le llamó “el orgullo de todos los mexicanos” ahora es una elefánte que ni con la ayuda del pueblo bueno, como dice el presidente López Obrador, se podrá empujar o como se dice coloquialmente sacarla del hoyo.
El mundo va a cambiar después de esta pandemia, en marcha esta una nueva recomposición geopolítica y si no agarramos la onda, quienes van a sufrir son las nuevas generaciones. Levantarse de ésta no será cualquier cosa, menos cuando al frente del sector energético hay personas que no entienden, qué no entienden como le dijeron una vez el clásico mexiquense.
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Sin la ayuda de la Secretaría de Gobernación,-que no existe- ni la de los gobernadores, ni de los “moches” para los legisladores, como se estilaba en los regímenes priistas y panistas, el zacatecano Ricardo Monreal sacó adelante la Ley de Amnistía, no sin sortear las amenazas del llamado bloque opositor integrado por senadores del PAN, PRI, lo que queda del PRD y el Movimiento Ciudadano que intentaron impedir el quórum para que la sesión, que se llevó a cabo bajo todas las medidas de seguridad por la emergencia sanitaria, se realizará. Una ley muy controvertida que sino se aprobaba malo, si se aprobó, malo. El mismo Monreal estimó un día antes, que estaría difícil hacer el quórum luego de que el llamado bloque opositor prublicó un desplegado en el que advertían que no asistirían a la sesión de este lunes.
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@HectorMoctezuma1