La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
¿Cómo se dice aplanamiento de la curva en los tiempos del COVID19?: historia oficial
Suponiendo, sin conceder, que los contagios de COVID 19 fueron menores a lo esperado, por las medidas de mitigación que se tomaron: ¿hay algo que celebrar?
Desde luego que no, los muertos, la experiencia traumática de los enfermos recuperados, las familias involucradas, las agresiones al personal médico, el daño colateral que ocasionó muertes en pacientes, con otros males, que simplemente no encontraron hospital, lo impide.
A lo anterior, sumemos todos los empleos perdidos, la quiebra de pequeñas y medianas empresas, los que dejaron de obtener visas de trabajo, las becas canceladas, los proyectos de infraestructura pospuestos, las investigaciones frustradas.
La cuarentena, la violencia intrafamiliar propiciada por el encierro, las clases suspendidas, los noviazgos abortados, el torneo cancelado, la oportunidad escabullida, los besos y los abrazos que hemos dejado de dar y lo que ustedes gusten agregar, vuelve inmoral festinar el famoso (que además está sujeto a comprobarse), aplanamiento de la curva.
Por ello, las declaraciones de López-Gatell tienen un marcado tufo propagandístico, son politiquería pura, eso que tanto se desprecia (asegún), en la 4T. Nunca sabremos cuantos fueron los contagios reales ni cuantos los muertos, en virtud de que por la emergencia, la verdad fue incinerada, para no provocar un choque anafiláctico de cara al 2021.