Francisco Gómez Maza
• El pleito: manipular el ahorro de los trabajadores
• El pretexto: evitar las mermas en el mercado libre
Como ya nos tiene acostumbrados, Andrés Manuel no es claro en sus preanuncios ni en sus anuncios y eso causa molestia e incertidumbre entre buena parte, muy buena parte de la ciudadanía – la que no muy lo conoce -, aunque el locutor del noticiero en redes haga cada escándalo por el apoyo manipulado de las manitas para arriba. En esta ocasión, el tabasqueño trae vueltos locos a los trabajadores que están a punto de jubilarse porque ahora sí no tienen ni idea de que pasará con sus ahorros para el retiro, convertidos en Afores.
En su afán de querer meterle mano a todo (por fin ¿es demócrata, es nacionalista, es socialista, o qué?). Pero ahora, por lo que se ve, quiere hacer una especie de expropiación o nacionalización de las afores, que están en manos de empresas particulares, específicamente instituciones del sistema bancario, que no dudo que hagan pingües negocios con el dinero de los trabajadores o los pongan a “trabajar” en los mercados de riesgo en donde sufren rebajas considerables de los precios y cotizaciones caen o ganan si las Afores se aprecian en ese ir y venir, jalar y estirar, especular y apañar de los mercados de valores.
Ya había venido manifestándose en torno a esos instrumentos de inversión (las Afores), el mandatario López Obrador asesorado por algún sabelotodo en mercados financieros y bursátiles, que para eso muchos se pintan solos con tal de quedar bien con el omnipotente y omnipresente tabasqueño. Y el viernes pasado retomó el tema de los ahorros de los trabajadores afiliados al Seguro Social y al ISSSTE.
López Obrador insistió, el viernes de finales de la semana pasada (viernes 15, día de los maestros y las maestras de educación. Está tramando el mandatario en revisar a fondo la situación de las Administradoras de Fondos para el Retiro, al término de la pandemia de coronavirus. Cómo manejan las pensiones las administradoras.
López Obrador argumenta en que hay que buscar la forma de que se pueda reponer la mengua, la merma, la disminución que ha significado el cambio que se llevó al cabo hace algunos años, el cambio a la ley, lo que dio origen a las Afores».
Los trabajadores recibirán menos del salario mínimo al concluir su etapa laboral si las Afores se dejan como están, opina López Obrador. Y piensa así porque no cree en el mercado. Pero entonces qué va a pasar con las Afores si no se exponen al mercado, que es lo que rige, se esté de acuerdo o no, las relaciones de producción y prestación de servicios en un sistema liberal capitalista- Y yo no le he escuchado a López Obrador que piense cambiar el modelo económico. No ha dicho que lo vaya a estatizar, ni convertirlo en un sistema económico centralmente planificado. Lo que tiene son las administradoras que obviamente juegan con el dinero, entrando y saliendo del mercado de valores y financiando grandes proyectos económicos que creen que les dejarán pingües ganancias de las que, en una mínima parte, por supuesto, harán partícipes a los tenedores de Afores..
Este tema lo trae López Obrador entre ceja y ceja por lo menos desde el lunes 27 de abril. En aquella ocasión dijo textualmente: “Va a haber momento, pasando esta situación, para revisar lo que se hizo en el periodo neoliberal de privatizar los ahorros, las pensiones de los trabajadores, y en efecto hay que buscar una solución porque, si no se actúa, los trabajadores, sobre todo los que se van a empezar a jubilar a partir del 2024, van a recibir menos de lo que ahorraron. Eso es un tema preocupante, por ejemplo, eso requiere de un rescate”, indicó en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
No está exento de razón López Obrador. Pero el gran problema estriba en como el gobierno puede sustituir al mercado en general, al mercado de valores en particular, si no cree en ellos. No estoy muy seguro que, en manos estatales, los rendimientos de los ahorros de los trabajadores crezcan como la espuma. Eso no puede ser porque históricamente todo lo que toca el gobierno lo echa a perder con corrupción o con desconocimiento del medio y del modo como operan los mercados financieros y bursátiles.