La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Su ejemplo marca camino: es cosa de Espíritu y sensualidad
El puerto de Veracruz, es la ciudad insignia del estado del mismo nombre, municipio pionero de América continental, cuyo Registro Civil expidió la primer Acta de Nacimiento, justamente, como resultado de las Leyes de Reforma, acunadas en dicho pedacito de patria.
Cuatro Veces Heroica, de la mano de Sainz de Baranda, sus hijos echaron a los remanentes del ejército imperial. Ha sobrevivido a los embates del pirata Lorencillo y el primer ataque anfibio de la armada estadounidense, bajo el mando del general Winfield Scott. En sus muelles, recalaron la República española, el mercader libanés y el judío errante.
El Teatro de la Reforma, fue testigo de los primeros gorjeos de Plácido. Agustín compuso el tradicional himno y en gratitud, Toña se volvió su mejor intérprete, para que la mulata lo pensara bien. El jefe Daniel, divulgó por el mundo que sus palmeras están borrachas de sol.
Muchas cosas se podrían decir de su historia, sólo añadimos que, sin ser su origen, el café y el danzón, encontraron carta de naturalización en La Parroquia y el Parque Zamora.
Hoy, la Hidalga metrópoli sufre los feroces embates del COVID19, es el foco de la pandemia en la entidad, lo cual pone a los tesoneros porteños frente a proverbial reto.
Pero no hay duda, sacarán la escalera grande, la chiquita y con rumbera gracia, vencerán y obtendrán la gloria…sin han podido sobrevivir la corrupción pusmoderna…todo se puede.