La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Reumático el elefante y encima le amputan las piernas
La primera víctima presupuestal por la pandemia de COVID19, es la burocracia federal, con la cual el titular del Ejecutivo no tiene la menor empatía, al contrario, parece despreciarla, sus decisiones así lo denotan.
De entrada, les quiere disminuir el salario y quitarles prestaciones como el aguinaldo, eso sí, les dicen que es una decisión voluntaria, así como cuando pasan la charola para la Cruz Roja, pobre del que se niegue.
Pero además de todo lo anterior, el gobierno federal, replicado por algunas entidades, decidió hacer un recorte draconiano, alrededor del 75%, en los ramos 2000 (Materiales y suministros, con un presupuesto anual de ochenta mil 400 millones de pesos) y 3000 (Servicios generales, con un presupuesto para 2020 de 779 mil 200 millones de pesos).
En concreto, con una reducción así, la burocracia federal queda, técnicamente, paralizada, no se podrá llevar a la práctica ningún proyecto, porque no habrá dinero ni para las ligas.
Además del impacto letal en la economía, por lo que la administración deja de consumir, los trabajadores sólo acudirán a sus oficinas a ver pasar el tiempo, porque si la idea es mandarlos a sembrar arbolitos, dudamos que acepten. Se convertirán, por default, en un costoso adorno que, de seguro, frustrará a muchas mujeres y hombres de buena voluntad.